Perfil: Esteban Rivas, Director General del Grupo Esteban Rivas y Presidente de

Antes la familia que la empresa

Nació en el seno de una familia humilde, trabajadora y emprendedora el 4 de noviembre de 1957. Su padre fundó la empresa en la que inició su carrera profesional en 1980, tras terminar sus estudios y el servicio militar, aunque conoce su funcionamiento desde que era un niño, pues se pasaba allí los fines de semana y las vacaciones. Estudió en el ESIC (Escuela Superior de Gestión Comercial y Marketing) en Madrid. Su época de estudiante la compaginó con el trabajo en la empresa familiar hasta su plena incorporación. “Mi padre me inculcó el amor a la Empresa. Por eso, siempre tuve claro lo que quería ser: empresario, y hacerlo junto a mi padre”.
 
Además del amor por su familia y su empresa es gran amigo de la lectura y el deporte. Ha practicado diferentes disciplinas (tenis, padel, fútbol…) pero es el golf el deporte que ahora ocupa más tiempo en la vida de este seguidor del Atlético de Madrid.
 
De su trayectoria profesional destaca las sucesivas compras de empresas e instalaciones realizadas en los últimos más de 30 años y la fiesta del 50 aniversario del grupo “en la que disfruté viendo a mi padre con aquellos empleados ya jubilados, que tanto le ayudaron a sacar adelante su proyecto”
 
Pero sobretodo, recuerda la valentía de sus padres cuando pasaron el testigo a la siguiente generación, donando sus acciones en vida a sus hermanas y a él.
 
Poco cambiaría de lo hecho, porque no es hombre de mirar atrás, pero sí quizá el hecho de ”haber podido trabajar en otras empresas para poder tener más referencias”. Aún así, se siente muy orgulloso de haber ayudado a su padre cuando se lo pidió y de mantener esa empresa familiar, que “antes que empresa es familia”.
 
La vida le ha dado la oportunidad de tener cuatro hijos de los que se siente muy orgulloso y de haber podido compartir muchas alegrías y sinsabores al lado de su padre.
 
Esteban vive el presente con intensidad, “entregado obsesivamente” a su proyecto empresarial. Su plan de futuro es “ir perfeccionando” ese proyecto para que su empresa fuera “más que grande, fuerte”. Considera que un empresario, aunque modesto e independiente, tiene la obligación no sólo de ganar dinero sino de contribuir socialmente a una vida más llevadera.
 
“La crisis no nos permite hacer muchos planes. A veces, no hacer nada, quedarse quieto, es lo que es necesario hacer. Seguiremos sembrando con entrega, responsabilidad y paciencia para recoger los frutos, aunque a mí me gusta mucho más la siembra que la recogida”.
 
Tiene claro que cada día que una empresa resiste es una batalla ganada a la crisis y que hay que hacerlo “pasándolo bien, como hasta ahora”.

 

  • “Me gusta mucho más la siembra que la recogida”.
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