ADIGITAL, Asociación Española de la Economía Digital, representa ya a más de 500 compañías que operan y/o realizan sus ventas online. Entre ellas, se echa en falta el sector del autobús.
¿Qué es ADIGITAL, cuándo y por qué se crea?
Con la actual denominación llevamos trabajando desde hace aproximadamente 7 años, pero la labor comenzó mucho antes con otro nombre. ADIGITAL se crea por la necesidad del mercado en ese momento. Muchas empresas españolas querían tener una asociación que les representara en el marco de la economía digital para poder mejorar su negocio. Necesitaban ayuda con los nuevos modos de pago, legislación, protección de datos…
Las compañías necesitan formación y asesoramiento para digitalizarse y adaptarse al cambio. Mantenemos esos compromisos de educación y soporte para ayudar al mercado español a transformarse.
¿Cuál es el peso del comercio digital en el total del mercado nacional?
Es muy complicado saberlo, pero creemos que se mueve entre el 3% y el 4%. Hay mucho que hacer aún.
¿En qué punto de digitalización y de comercio digital se encuentra el tejido empresarial español?
Habría que tener en cuenta tres vectores: el ciudadano, el sector público y la empresa. En los dos primeros ámbitos está habiendo un alto grado de adaptación digital, tanto en la sociedad como en los organismos públicos. Sin embargo, donde es evidente el infradesarrollo es en el mundo de la empresa privada.
España está a la cola. Es un problema que se arrastra de nuestra propia economía. No hay diferencia entre el bajo desarrollo digital y el económico. El diagnóstico está claro: el tejido empresarial español carece de competitividad.
¿Qué presencia tienen las pymes en el ámbito online en nuestro país?
Las pymes españolas son más pequeñas que las de otros países y, por tanto, también cuentan con menos recursos. Son en realidad micropymes. Apenas el 10% tiene página web. Sin embargo, hay que decir que la digitalización también tiene que ver con el uso de las redes sociales y muchas de esas pequeñas empresas que no tienen web están utilizando las redes.
En muchos casos están mal digitalizadas. Tradicionalmente, la pyme española destina poco a la inversión y eso hay que transformarlo. De todos modos, el fin en sí mismo no es la digitalización, es tener una herramienta para poder crecer.
¿Qué papel juegan las redes sociales en el comercio digital?
Las redes sociales juegan un papel muy importante. Es verdad que quizá sean más relevantes en lo relacionado con la publicidad y el marketing que como canales específicos de venta. Son una gran plataforma para dar a conocer productos y servicios pero no hay que olvidar que algunas redes como Wechat (el whatsapp de China) ya permiten comprar digitalmente también.
¿Es necesaria una evolución del mercado laboral hacia la digitalización (tipo de formación específica, contratación de nuevo perfil de trabajador, nuevo tipo de gestor…)?
Es necesario porque no se encuentran todavía las habilidades que se precisan en este tipo de entorno laboral. Hay que cambiar la formación, tanto la universitaria como la formación profesional… Esto es capital. Debe prepararse a la gente que quiera trabajar en el mundo digital y que además tengan las habilidades que demanda este mercado. Ahora no se da con facilidad.
También hay que cambiar la legislación laboral para adaptarla a esta nueva realidad. El autónomo debe dejar de ser lo que es en España. Debe dejar de ser perseguido y convertirse en alguien competitivo.
El marco de las relaciones entre la empresa y la fuerza de trabajo va a cambiar. No se hablará de empleo sino de trabajo.
¿Cuáles son las áreas de comercio electrónico de mayor éxito en España?
Turismo, espectáculos, moda, electrónica de consumo, juego online, ticketing…
¿Tienen algún estudio sobre el perfil del cliente online medio, por edades, sexo…?
Está muy equilibrado su uso entre hombres y mujeres. Quizá cada segmento de consumo tiene perfiles más definidos. Se podría afirmar que la mayoría son personas del ámbito urbano y con una edad comprendida entre 25 y 45 años, que es como no decir nada, porque se refiere a un enorme porcentaje de población. Habría que destacar que ha habido un cambio generacional importante porque gran parte de esas personas nacieron ya inmersos en el entorno online y no encuentran barreras ni tienen reticencias con el comercio digital. Quizá habría que trabajar en acercar el mundo digital a quienes están fuera de él. ¿Cómo compran los mayores de 60 años?
Si nos referimos al turismo en concreto ¿qué porcentaje de búsquedas de viajes, hoteles, transporte se realizan ya por la vía online y cuantas se materializan en una compra?
El turismo es la gran parte de la tarta del negocio digital en España y, en realidad, en todo el mundo. Fue el primer sector que entró en las búsquedas y ventas online y aún es líder.
Entre sus asociados encontramos empresas y plataformas digitales de transporte, tanto de vehículos utilitarios como aviones, sin embargo echamos en falta compañías del autocar y el tren, aunque muchas de ellas realizan venta digital de sus billetes. ¿Por qué cree que no están presentes? ¿Qué les diría para que formaran parte de su asociación?
En el caso del ferrocarril, entendemos que su ausencia viene motivada por la fatal de competencia en el sector. En cuanto a empresas de autobús, en algún momento sí ha habido alguna compañía asociada a ADIGITAL aunque ya no estén. Creo que tiene más que ver con el enfrentamiento en los tribunales que existía entre el sector del autocar y las plataformas digitales de movilidad, algunas de las cuales figuran entre nuestros actuales asociados.
Nosotros defendemos únicamente el modelo de negocio digital, independientemente del sector en el que se desarrolle la actividad.
¿Qué recomienda a quienes quieren digitalizar la comercialización de sus productos o servicios?
Lo bueno que tiene la digitalización es que es una herramienta para mejorar las ventas y que además su implantación es barata, no como hace 20 años.
Recomendamos que antes de nada, se formen y conozcan bien los canales pero, principalmente, que prueben. La inversión no es tan importante y se puede probar fácilmente.
En muchas ocasiones casi no se necesita inversión. Lo que importa es saber por qué queremos vender online, si el producto que venderemos es propio o de un tercero… Otro factor a tener en cuenta es la logística de distribución. Antes no la necesitábamos, pero la venta digital requiere a veces acercar a casa del cliente el producto. Eso supone unos gastos que antes no existían. Hay que analizar todo antes y tratar de aprender.
Recomiendo encarecidamente que las empresas se formen porque hay herramientas digitales que van a ayudarles mucho en diversas funciones, como gestionar, comunicar… Lo que hace falta es voluntad para hacerlo porque la mayor dificultad está en cambiar los hábitos.