La nueva Mercedes-Benz Spinter nos sorprende de nuevo. Ha dejado de ser un furgón para ser un turismo más de la marca, moderno, elegante y flexible.
La nueva gama Sprinter se divide en tres variantes: Sprinter City 75, nuevo modelo urbano con una técnica singular, la Sprinter Transfer 23 y 35, el multitalento entre los minibuses y la Sprinter Mobility 23 y 45, especialmente diseñado para pasajeros con restricciones de movilidad. En otoño de 2019 también estará disponible la versión Sprinter Travel, dirigida a grandes viajes, con lo que la marca ofrecerá más de 20 versiones de la nueva Sprinter.
En ruta con la Sprinter Transfer
Mercedes-Benz nos preparó para esta toma de contacto un circuito por los alrededores de Mannheim con una distancia de 36 kilómetros combinando vías urbanas autovía y carretera, muy completo para una distancia tan corta, pero muy significativo, ya que nos encontramos con todo tipo de situaciones habituales en nuestra conducción.
Lo primero que nos sorprende es la majestuosa planta de la nueva Sprinter. Una vez dentro abandonas la idea de estar en un microbús y accedes a un turismo de la gama Mercedes Benz. La comodidad es absoluta, la tecnología aplicada a bordo es la misma que la gama de turismos y su conducción también.
Su sistema MBUX (Mercedes Benz User Experience) es usado actualmente en los nuevos turismo de la Clase A. En una pantalla táctil de grandes dimensiones situada en la consola central del salpicadero, desde volante multifunción podemos seleccionar de manera fácil e intuitiva cualquier función del ordenador de a bordo.
La versión probada incorporaba el cambio automático 7G-TRONIC, una delicia de cambio por su suavidad.