La ley fijará como objetivo alcanzar la plena descarbonización de la economía antes del año 2050 con un sistema eléctrico 100% renovable.
España se compromete a una reducción del 39% de sus emisiones, 13 puntos por encima de la meta del 26% fijada por la Unión Europea.
Mientras que la Unión Europea establece una penetración de renovables entre un 38% y un 40% en el consumo final de energía para 2030, el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima establece para España un 42%. En lo que respecta a eficiencia energética, Europa considera necesario un aumento de entre el 36% y el 37% para 2030, mientras que el objetivo español se sitúa en el 39,5%.
En lo que se refiere a movilidad, entre otros objetivos, en 2040 no se podrán vender vehículos nuevos, no destinados a usos comerciales, que emitan CO2 y todos los municipios de más de 50.000 habitantes tendrán planes de movilidad sostenible que incluya zonas de bajas emisiones.