Entrevista: Ignacio Pérez-Carasa, Vicepresidente Sección de Viajeros de ASTIC

“No prevemos una vuelta a la normalidad hasta final de 2023”

¿Qué datos nos podría dar de la incidencia que ha tenido la pandemia en las empresas de transporte internacional de viajeros por carretera?
El tráfico de viajeros internacional se desplomó al inicio de la pandemia con el cierre de fronteras y restricciones a la movilidad. Desde marzo a junio de 2020 la movilidad se prohibió al 100% y solamente se operaron servicios puntuales de repatriación en cooperación con consulados españoles en Europa.

Con el levantamiento de los cierres fronterizos y la finalización de la primera ola, se reactivó la movilidad con ocupaciones máximas diferentes en cada país. Los índices de recuperación, fueron, inicialmente, esperanzadores; sin embargo con rentabilidades muy impactadas por la coyuntura y la recuperación se vio truncada rápidamente, de forma proporcional a los datos negativos de evolución de la pandemia.

La segunda y tercera olas y los sucesivos cierres por parte de los estados miembro de la UE han provocado una movilidad muy reducida, que podríamos cifrar para el conjunto de los afiliados a ASTIC en el entorno de 5-10% del mercado pre-covid.

Respecto a las conexiones con nuestro país, tanto Marruecos como Francia y Portugal han aplicado, en distintos momentos y con mayor o menor duración, cierres fronterizos, dificultando la circulación y afectando sobremanera a las operaciones. Similares medidas se han acordado en otros países como Suiza o Alemania, con obligatoriedad de cuarentenas durante determinados periodos; o incluso mayores dificultades como Italia por los estrictos confinamientos.

Por otro lado, ha habido distintas limitaciones de ocupación en autocares, con diferencias en países como Francia y Portugal respecto a las medidas aplicadas en España, lo que ha conllevado problemas en las operaciones, por falta de unidad de criterio entre las autoridades. Similares problemas y falta de coordinación respecto a otras medidas como las cuarentenas o pruebas (PCRs) a aplicar en origen y destino que aún perduran hoy en día, dificultan enormemente la operación

¿Ha recibido algún tipo de ayuda económica o de compensación, cómo en otros segmentos de ámbito nacional?
El sector de Transporte de Viajeros internacional en España no ha recibido ningún tipo de ayudas de forma específica aplicables al Sector. Nos hemos amparado en medidas generales para todos los sectores,  como los ERTE, Créditos ICO y la suspensión de cómputo de plazos en los peores meses del estado de alarma inicial. Además al no tratarse de un servicio público de transporte regular de viajeros de uso general en el marco de un contrato con una Administración Pública o sujetos a Obligaciones de Servicio Público, se ha podido beneficiar durante 9 meses de moratorias en el pago del principal de préstamos, leasing o renting asociados a la flota de vehículos.

A diferencia del Transporte regular de viajeros de ámbito nacional o autonómico, al no estar sujeto a obligación de servicio público, las empresas pertenecientes a ASTIC han podido, al menos, intentar acompasar la oferta de transporte a la demanda, dejando de operar en los momentos en que ha habido un cierre de la movilidad, pudiendo así evitar incurrir en costes variables.

La vacuna parece ser la solución al problema, pero el plan de vacunación va lento en casi toda Europa ¿Para cuándo estiman que su segmento podrá volver a la normalidad?
La vacuna será sin duda el hito más importante para que el Transporte de viajeros internacional por carretera pueda recuperar la normalidad. Previamente será necesario que cesen las medidas de restricción a la movilidad y que se genere confianza en el transporte. El autobús se ha mostrado como un modo seguro gracias a las medidas y protocolos implantados por los operadores, pero es necesaria una campaña institucional que favorezca y promueva el Transporte colectivo.

Desde ASTIC esperamos una recuperación paulatina a medida que la caída de contagios, y la situación de inmunización vaya mejorando, aunque no prevemos una vuelta a normalidad, con recuperación del 100% de los volúmenes de transporte hasta finales de 2023.

¿Qué opinión tiene ASTIC sobre el pasaporte COVID?
Pensamos que es necesario eliminar las restricciones a la movilidad y que la medida principal es la vacunación, teniendo además en cuenta a los conductores como personal prioritario en el proceso.
En este sentido, tanto la vacunación prioritaria del colectivo de conductores como el certificado digital verde interoperable que ha propuesto la UE para facilitar la libre circulación segura dentro Europa durante la pandemia nos parecen instrumentos esenciales para contribuir a garantizar un entorno seguro frente a la pandemia. Pero todo ello no será posible sin un  levantamiento de las  restricciones de movilidad, generando confianza en el viajero y recuperando la demanda.

¿Cómo cree que va a influir la pandemia en los hábitos y demandas de viaje internacional en el futuro, cuando todo se calme? 
La movilidad en su conjunto, en todos los ámbitos y modos de transporte, se ha visto fuertemente afectada por la COVID 19, y de forma muy especial por las restricciones impuestas a la movilidad, sin embargo en el momento en que se abrió la movilidad en verano 2020, las cuotas de recuperación fueron moderadamente buenas, lo que hacía presagiar una razonable recuperación, aunque rápidamente volvieron a reducirse por el aumento de contagios.

En el caso concreto de la movilidad internacional por carretera, los motivos de viaje y el perfil de los viajeros, desde ASTIC esperamos que  no vaya a sufrir alteraciones relevantes, y confiamos en una recuperación gradual de la demanda, eso sí, influida de forma muy determinante, por la crisis económica subyacente y por la necesidad de que se adopten medidas de apoyo institucional que posibiliten una recuperación de la confianza.

Algo que desee añadir… 
Por último, desde ASTIC creemos que sería beneficioso para nuestro sector la homogeneización y coordinación de las medidas entre las autoridades nacionales de Transportes de los países miembros de la UE, para evitar volver a generar desconfianza en la seguridad del transporte internacional por carretera, y con acciones firmes de apoyo y promoción de la reactivación de la movilidad tan pronto como sea posible.

 

Los servicios internacionales de viajeros de los afiliados a ASTIC se sitúan alrededor del 5%-10% del mercado pre-covid.

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