Aumentar la vida útil de los pavimentos viarios ha sido y sigue siendo uno de los grandes caballos de batalla de los técnicos de carreteras, las administraciones públicas y las empresas dedicadas a la construcción de infraestructuras viarias. Ahora, un equipo mexicano de investigación –integrado por expertos procedentes de la Administración Pública, la empresa privada y el ámbito universitario- ha dado respuesta a este gran reto técnico y, con ello, ha conseguido ganar la segunda edición del “Premio Internacional a la Innovación en Carreteras Juan Antonio Fernández del Campo”, un certamen convocado por la Fundación de la Asociación Española de la Carretera (FAEC).
El trabajo, titulado “Efecto de la temperatura de compactación sobre el módulo resiliente de las mezclas asfálticas”, demuestra la importancia de mejorar los actuales procesos de control de las mezclas bituminosas en el momento de ejecución de las obras de carreteras para conseguir alargar la vida del pavimento. Actualmente, una vez calculada y definida la mezcla en el laboratorio, los controles de calidad tras su extendido en la obra se basan en medir la densidad del producto. Sin embargo, esta característica no garantiza que tras el proceso de ejecución, se hayan alcanzado los niveles de resistencia y durabilidad previamente especificados, especialmente si la temperatura a la que se compacta la mezcla no es la adecuada. Por ello, los autores de la investigación -Pedro Limón Covarrubias, Ignacio Cremades Ibáñez, Rodrigo Miró Recasens y Paul Garnica Anguas- proponen que los controles se centren en medir dichos niveles mediante la determinación de una característica que, en lenguaje técnico, se denomina «módulo», lo que redundaría en una mejora considerable del pavimento, aumentando su vida útil.
