Todos ellos tienen certificación de emisiones EEV, con motorizaciones de 280 CV. La principal característica de esta parte de la flota de Santiago es que se ha recortado el bastidor tradicional de 12 metros para dejarlo en 10,8 metros, lo que permite a los vehículos adaptarse mucho mejor a las calles de la ciudad. Los voladizos se han mantenido, por lo que lo que se ha reducido es la distancia entre ejes. Aún así, los vehículos cuentan con 26 asientos y capacidad para 65 personas de pie, más el espacio destinado a la silla de ruedas.
En el acto estuvieron presentes el alcalde de la ciudad, José Antonio Sánchez Bugallo; el concejal de Movilidad, Carlos Nieves; el gerente de Tussa, José Ramón Mosquera; y el presidente de Monbús, Raúl López, quien declaró que “estos nuevos vehículos superan en tecnología y prestaciones a cualquiera que pueda disponer otra ciudad gallega”.