Su conferencia tuvo dos focos fundamentales: la evolución hacia ciudades más limpias y las mejoras que la tecnología actual incorpora al funcionamiento del transporte público.
En cuanto a la protección del aire de nuestras ciudades, Terrón indicaba que los Ayuntamientos tienen mucho que hacer para mejorar la calidad de vida en las calles. Eliminar la contaminación es una de ellas y para esto es necesario acometer infraestructuras y soluciones que potencien el transporte público (carriles reservados, prioridad semafórica…) pero también para el uso particular, porque no hay una red adecuada todavía de recarga para vehículos propulsados con energías alternativas. “Los vehículos eficientes están inventados, lo necesario ahora es un cambio del modelo de vida de los ciudadanos”, afirmaba.
Otro trabajo que, a su juicio, deben llevar a cabos los municipios es calmar el tráfico, es ampliar el número de calles de velocidad reducida, crear Zonas de Bajas Emisiones y restringir el paso a los vehículos más contaminantes. “No se trata de prohibir el uso del coche en las ciudades, pero sí de restringirlo”, señaló.
En lo que se refiere a las flotas municipales, indicaba el gran avance en materia de eficiencia que se ha llevado a cabo en el parque de vehículos tanto del gremio del taxi, como recogida de basuras y autobuses urbanos, entre otros.
Parte de esa eficiencia conseguida se basa también en la aplicación de tecnología punta a la gestión de la empresa desde diferentes puntos de vista: control de flota, mantenimiento, recursos humanos, información al pasajero y al propio personal, formación de conductores…