La nueva movilidad permitirá crear espacios de convivencia

Esta es una de las conclusiones de los expertos del LABORATORIO “Más movilidad sostenible para la nueva ciudad post COVID”, organizado por el Foro de las Ciudades de Madrid Ifema, que se celebró por videoconferencia el día 15 de julio.

En esta ocasión este foro, del que Lola González es Directora, fue moderado por Carlos Martí, director de la revista Ciudad Sostenible, que introducía las exposiciones y debate con una pregunta sobre los cambios que la pandemia ha traído a la movilidad: “¿son cambios puntuales o se quedarán?
 
Alfonso Gil, Teniente de alcalde y delegado del Área de Movilidad y Sostenibilidad de la ciudad de Bilbao, y Presidente de la Comisión de Transportes, Movilidad Sostenible y Seguridad Vial de la FEMP, abría el coloquio explicando las iniciativas llevadas a cabo en materia de movilidad en Bilbao y que se dirigen en gran medida a conseguir que el ciudadano vuelva a andar. Uno de los ejemplos fue  la potenciación de la movilidad vertical, con ascensores y rampas en puntos de gran desnivel de la ciudad. También hizo referencia al gran cambio medioambiental que hemos visto durante el confinamiento, lo que nos lleva a dejar constancia de la necesidad de otro tipo de movilidad que no priorice al coche privado.

Rosa Alarcón, Presidenta de Transports Metropolitans de Barcelona (TMB), y concejala de Movilidad en el Ayuntamiento de Barcelona (miembro de la Asociación de Transportes Públicos Urbanos y Metropolitanos, ATUC), lanzó ideas para el debate como el error de atribuir un aumento de movilidad a la mejora de la economía. Alarcón afirmaba que se puede generar riqueza con otro modo de movilidad que potencie mes el caminar, la bicicleta o la desaparición de las horas punta. Para ello, Barcelona trabaja en un pacto con las empresas para desescalar la entrada y salida del trabajo. Hay muchos retos en el mundo de la movilidad laboral, como el peligro que supone para el fomento del transporte colectivo el hecho de que los centros de trabajo ofrezcan plazas de aparcamiento para su personal.

Miguel Anxo Fernández, alcalde de de Pontevedra (miembro de la Red de Ciudades que Caminan), expuso todas las medidas que se han llevado a cabo en su ciudad y que la han llevado a ser un referente mundial en la peatonalización, la calma del tráfico o la recuperación de espacios para las personas. Según el alcalde, todas las iniciativas eran polémicas al principio pero finalmente han sido bien acogidas  al ver que se reducía la siniestralidad vial y que crecía la actividad del comercio de proximidad. Se han creado amplios espacios para que el peatón pueda caminar por toda la ciudad, a la vez que la velocidad máxima bajó a 30 km/h para los vehículos e incluso a 10 km/h en áreas peatonales. Afirmaba que no sólo no hay atascos, sino que se ha mejorado la velocidad comercial al cambiar los semáforos por rotondas y eliminar el tráfico de paso innecesario o el que sencillamente circula en busca de aparcamiento. Ahora existen parkings en diversos puntos del límite de la ciudad para que los conductores atraviesen a pie la localidad para las gestiones.

Jaime Caballero, Concejal de Desarrollo Urbano Sostenible de la ciudad de Logroño (miembro de la Red de Ciudades por la Bicicleta), también se refirió a un reparto de los espacios que favorezcan a los peatones. Para ello se diseña el programa Logroño Calles Abiertas. Es una estrategia para adaptar de manera urgente el espacio público y la movilidad durante el alivio del confinamiento provocado por la crisis de la Covid-19, con una serie de intervenciones ligeras y rápidas en las calles, priorizando la salud de las personas, pero sin olvidar que es necesario compatibilizar esta actuación con actividades económicas e intereses diversos. Habló también sobre la tendencia a trabajar en proyectos de ciudades basadas en las “supermanzanas” en las que se restringe el tráfico rodado y se potencia la vida a pie y el negocio de proximidad.

Carlos Cadenas-Gaitán, secretario de Movilidad de la ciudad de Medellín (Colombia), hablaba del plan “Medellín Futuro” en el que el protagonista es el Eco-ciudadano. La Eco-sociedad pasa por cambiar los hábitos de consumo, cambiar el coche por otro modo de transporte más sostenible, ya sea el transporte colectivo, individual en bicicleta o patín o bien a pie. Para todo ello, afirma que se están llevando a cabo importantes cambios e inversiones en materia de líneas de transporte público y vías ciclistas, electromovilidad y tecnología aplicada a campo del transporte.

María Eugenia López, Subdirectora del Centro de Investigación del Transporte (TRANSyT) de la UPM, afirmó con rotundidad que se donde menos se contagia actualmente el virus es en el transporte público porque los ocupantes llevan mascarillas y no hay contacto entre ellos, ni hablan entre sí.  Aseguraba que el gran problema de Madrid no es la movilidad interior, pues hay que recordar que el 40% de los habitantes de la almendra central se mueven a pie, sino la del ámbito metropolitano. También se refirió a los planes de movilidad de los campus universitarios de Madrid en los que ya se trabajaba antes de la pandemia y que ahora se ponen aún más en valor. En ellos se potencia el uso de la bicicleta y el teletrabajo.

Antonio Lucio, Profesor de Movilidad y estrategia Urbana de la EOI y Coordinador de Movilidad de la plataforma El Día Después, recuperó la idea del alcalde de Pontevedra sobre las apuestas políticas arriesgadas y la voluntad de empezar proyectos pensando en el futuro de los ciudadanos. Ponía el ejemplo de la decisión que se tomó hace décadas en Segovia al cerrar el tráfico en el Acueducto. También reafirmaba que el gran reto está más en las áreas metropolitanas que en las propias ciudades y que el teletrabajo será fundamental para evitar los tráficos innecesarios. Concluía apelando a una nueva cultura de la movilidad, con mayor liderazgo de los ayuntamientos y también con la necesidad de cambio social hacia el eco-ciudadano.

En el debate posterior se lanzaron algunas ideas claras para evitar que la pandemia suponga un drama para el futuro de la movilidad sostenible y que, al menos, se quede igual que antes de la crisis sanitaria y no retroceda el uso del transporte colectivo. Pero para ello será necesario invertir en urbanismo, recuperación de espacios para las personas y tecnología, a la vez que trabajar en un cambio social para evitar desplazamientos innecesarios y rediseñar los movimientos necesarios para que desaparezcan las horas punta. En definitiva, lograr que la ciudad sea un espacio de convivencia.

El Foro de las Ciudades genera espacios continuos de encuentro entre profesionales de la ciudad conformando un proceso continuo de trabajo que le permite ser en todo momento una referencia para el debate urbano vivo y actualizado.  Uno de estos espacios son los LABORATORIOS DEL FORO, reuniones de expertos tematizadas.

También te puede interesar