La crisis del coronavirus ha supuesto un parón en multitud de sectores económicos, además de un frenazo para el transporte público urbano y metropolitano. A lo largo de este tiempo, las empresas operadoras demostraron su enorme capacidad de adaptación, al incorporar estrictos protocolos de limpieza y seguridad en todos sus vehículos e instalaciones. Aunque la movilidad se ha ido recuperando a medida que la situación se normalizaba, se tiene la sensación de que hay que volver a empezar. Es preciso recuperar la confianza de la ciudadanía en la movilidad sostenible para construir ciudades limpias, habitables, inclusivas y con visión de futuro. Estas fueron las cuestiones que motivaron la reflexión durante el XXVII Congreso Nacional de Transporte Urbano y Metropolitano. La organización estuvo marcada por el estricto respeto por las medidas sanitarias, por lo que la asistencia se vio limitada a 300 personas, a pesar de la altísima demanda de participación.
Como es habitual, en la jornada previa, Atuc celebró su Asamblea General, en la que, de forma unánime, se aprobaron las actuaciones realizadas en el marco de la pandemia. También se procedió a renovar la Junta Directiva, en la que Miguel Ruiz se mantuvo en la presidencia junto a su equipo, formado por Leopoldo Pérez como vicepresidente de la sección de autobuses y Gerardo Lertxundi en representación de los modos ferroviarios. A continuación, tuvo lugar una cena ofrecida por las empresas Iveco, MAN, Menarini Bus, Mercedes-Benz, Scania y Volvo.
Inauguración del Congreso
Durante la inauguración del Congreso, el presidente de Atuc subrayó el interés despertado por esta convocatoria, después de unos duros meses de pandemia y alejamiento forzado. Ruiz subrayó que las turbulencias vividas permitieron demostrar que el transporte público es un servicio esencial en las ciudades españolas, y puso de relieve el gran momento que atraviesa Atuc, por su capacidad para conjugar intereses comunes, como la ley de financiación, que, señaló, “está cada día más cerca”.
Por su parte, el consejero delegado de Alsa, Francisco Iglesias, incidió en el compromiso de esta firma con la ciudad de Almería, en la que viene prestando servicio desde 2008 y donde año a año se han venido experimentando fuertes crecimientos en la afluencia de usuarios. También quiso dedicar unas palabras de reconocimiento a los conductores por su valiente actuación en los momentos más duros de la pandemia. También resaltó una enseñanza derivada de la crisis del Covid: “creíamos conocer al cliente, pero nos hemos dado cuenta de lo vulnerable que es nuestra relación”. Por ello, animó a trabajar con decisión para innovar, en busca de nuevas ideas para atraer a las personas usuarias del transporte público.
Por fin, el alcalde de Almería, Ramón Fernández-Pacheco, agradeció la labor de Alsa para impulsar el transporte público en la ciudad, resaltando las grandes posibilidades que brinda Almería, tanto para el turismo como para la celebración de grandes eventos. Asimismo, destacó la calidad del Congreso que estaba a punto de celebrarse, donde, a su juicio, se tratarían contenidos primordiales para un mundo que ha cambiado de forma radical.
Desarrollo del Congreso
Roger Vahnberg, Deputy CEO de Västtrafik (Autoridad de Transporte de la región de Västra Götaland, Suecia) desarrolló la conferencia titulada ‘Gotemburgo y la movilidad en 2030’, presentada por Endesa X. En la región sueca se vislumbra un futuro caracterizado por los viajes sostenibles con bajo impacto climático, decisiones financieras también basadas en la sostenibilidad, y una sociedad inclusiva y accesible para todos. Västtrafik aglutina bajo la misma marca a 80 compañías asociadas, que trabajan conjuntamente para ofrecer del transporte público un modo práctico y sencillo, a través de aplicaciones para la compra de billetes, la simplificación organizativa en torno a tres zonas de tránsito y posibilidad de combinar tickets. La estrategia auspiciada por la compañía se concentra en dos acciones, que Vahnberg expresó de manera muy gráfica. La compañía empuja a la sociedad ofreciendo un transporte sostenible, además de convertirse en un actor influyente en la ciudad, capaz de tirar de la sociedad. En el momento presente, la principal meta es reconquistar a los clientes, haciéndolos sentir seguros, garantizando la mayor limpieza, ayudando a evitar vehículos altamente ocupados, ofreciendo billetes flexibles para aquellos que van a trabajar unos días por semana. Para el largo plazo, continuarán los esfuerzos por impulsar la electrificación, para lo que se cuenta con 220 unidades de estas características en servicio y otras 175 adquiridas a lo largo del presente año. Además, se trabaja en la disminución de los tiempos de viaje y el incremento de la capacidad.
A continuación, se presentaron los resultados de la encuesta encargada por Atuc sobre la utilización del transporte público en la era postcovid. Dicha intervención, presentada por Solaris, corrió a cargo de Víctor Sobrino, director de Kantar Public España. El trabajo presentado tenía por objeto valorar la imagen pública de estos medios de transporte público y comprender la visión de los ciudadanos con respecto a su uso. Antes de la pandemia, el colectivo de usuarios usaba el autobús urbano al menos una vez por semana (70%), seguido del metro, cercanías, tranvía y el autobús metropolitano. Los principales motivos que impulsaban estas decisiones eran el trabajo (57%), ocio (37%), asuntos personales (33%), compras (22%), médico (17%)… El impacto del Covid trajo consigo una reducción del uso del 74 por ciento, tanto por el miedo al contagio, la implantación del teletrabajo, falta de limpieza o desinfección o el exceso de pasajeros. Entre las alternativas más usadas como consecuencia de la pandemia, el 48 por ciento de las personas encuestada señalaron el coche particular, muy por encima del resto de modos.
Al finalizar el estado de alarma, el 42 por ciento decía haber recuperado el uso habitual del transporte público. Sin embargo, el 57 por ciento lo usaban mucho, bastante o algo menos que antes. El miedo al contagio (45%) sigue siendo la razón principal. Un dato positivo es que la mayoría (68%) no dejó de usarlo por razones voluntarias, sino forzada. Teniendo en cuenta estas afirmaciones, se puede considerar que en torno al 75-80 por ciento del colectivo proyecta una vuelta a la normalidad prepandémica al cierre del año o inicios del 2022, mientras que entre el 10% y el 15% espera regresar a la normalidad más a largo plazo. La mejor noticia es que apenas un tres un cuatro por ciento no están dispuestos a regresar al modelo anterior. Por tanto, se puede afirmar que el clima de opinión hacia los transportes urbanos y metropolitanos es muy favorable. La gran mayoría (68%) no ha variado su opinión sobre la imagen de estos modos. Se demanda, para facilitar la vuelta a la normalidad, mayor frecuencia de paso, más afluencia de vehículos en horas punta, instalación de sistemas especiales de ventilación, no superar el aforo máximo, bloqueo de asientos entre pasajeros, desinfección acreditada o el respeto de la distancia de seguridad en paradas.
Reconocimiento a la innovación
Este año se otorgó el Segundo Premio Nacional de Investigación sobre Movilidad Urbana y Metropolitana, presentado por el Banco de Santander. Miguel Ruiz, presidente de Atuc, entregó el distintivo a Andrés García por su trabajo ‘Modelización de la penalización del transbordo en transporte público’. El autor resaltó la necesidad de trabajar de forma más estrecha con la comunidad científica, para que “la transferencia de innovación y nuevas tendencias sea mucho más fluida y constituya un pilar esencial de lo que Atuc ha llamado acertadamente el gran reinicio”.
Los operadores frente a los retos postcovid
A la estela de años anteriores, tuvo lugar una mesa redonda, que este año llevaba por título ‘Los operadores de transporte público frente a los retos postcovid’, presentada por MasterCard y moderada por Diego García, de EMT Madrid. En ella intervinieron Álvaro Fernández, gerente de Autobuses Urbanos de Valladolid (Auvasa); María José Ajuriaguerra, gerente de Transportes Urbanos de Vitoria (Tuvisa); Pere Calvet, director general de Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya (FGC), y Víctor López, director general de Alsa.
El moderador refirió una situación desconocida para nuestras sociedades, que paralizó el planeta entero, afectando muy de lleno al sector del transporte público, con una caída de cerca del 90 por ciento de los usuarios. Antes de dar paso a los conferenciantes, planteó qué lecciones hemos aprendido, cómo esta situación afecta al marco regulatorio del sector y cómo volver a la normalidad anterior.
María José Ajuriaguerra propuso quedarse con lo positivo, que es la adaptación y flexibilidad a la hora de aplicar nuevas soluciones de transporte. Resaltó el trabajo conjunto desarrollado de la mano de las administraciones y los operadores, así como la calidad del equipo humano durante la pandemia.
Por su parte, Álvaro Fernández señaló que “cuesta mucho subir a una persona al autobús, muy poco bajarla y mucho más volver a subirla”. Por ello, incidió en la importancia de introducir más sensibilización sobre las ciudades y el reparto del espacio público.
Víctor López aglutinó las opiniones de los dos anteriores al subrayar la enorme capacidad de adaptación del sector en su conjunto, la colaboración público-privada y la necesidad de compartir una visión a largo plazo con objetivos comunes y poniendo al ciudadano en el centro.
Para Pere Calvet, la pandemia puso en evidencia que estos servicios son esenciales y capaces de mantenerse en condiciones muy difíciles, implantando procedimientos inimaginables en muy poco tiempo.
En cuanto a las ideas para recuperar la demanda, el gerente de Auvasa destacó el caso de Gotemburgo expuesto en el congreso, la necesidad de crear comunidad, generar opinión pública y construir liderazgo social: “debemos plantear un nuevo modelo para que entiendan a dónde queremos ir e incrementar la oferta”. Al hilo de la encuesta presentada por Kantar, recordó que la gente no quiere transporte gratis, sino un medio seguro, reforzado por su contribución social y su capacidad para establecer un nuevo modelo de movilidad.
La gerente de Tuvisa añadió que se precisaba ir a por los que no están, identificar al cliente y al no cliente, a fin de ofrecer alternativas que permitan resultar atractivos.
El director general de FGC advertía que primero tendría que terminar la Covid, porque, mientras tanto, “seguirá habiendo escépticos”, mientras que el director general de Alsa apostaba por servicios más frecuentes y directos, más horarios, para dar sensación de conveniencia y seguridad: “Nos movemos en verde, tenemos que ser sostenibles y no podremos trabajar si no lanzamos un mensaje de sostenibilidad”.
Otra de las cuestiones que se pusieron sobre la mesa fue la referida a los cambios regulatorios, sobre la cual todos los participantes encontraron su acuerdo en varios puntos. Pere Calvet señalaba cómo la zona de bajas emisiones proyectada para Barcelona tiene un gran impacto en la opinión pública, pero estas medidas se pierden si no se invierte en transporte público con resultados a medio plazo. Víctor López señaló que estos cambios precisan implementar objetivos concretos para no caer en medidas efectistas. María José Ajuriaguerra abogaba por una inyección económica para renovación de flotas, mejora del mantenimiento e incorporación de personal técnico, además de optimizar procesos e incorporar sistemas de gestión más avanzados. Álvaro Fernández puso el foco en la aceptación social que genera la propuesta de transformar las ciudades, por lo que insistió en la importancia de crear comunidad y tener influencia. Recordó que las empresas de transporte público son garantes de la accesibilidad y deben ser compatibles con entornos más amables.
Cierre del acto
El director de Movilidad de la Junta de Andalucía, Felipe Arias, agradeció al conjunto del sector, empresas y trabajadores, por su gran sacrificio para mantener la movilidad en toda España. Desde la administración que representa, anunció ayudas para compensar las diferencias en la demanda mientras esta se recupera, previsiblemente, al final de año. Insistió en que el transporte público es un modo sostenible, económico y seguro, capaz de transportar a 128 millones de viajeros al año con la ayuda de nueve consorcios metropolitamos.
Por último, el director general de Transporte Terrestre, Jaime Moreno, en nombre de la secretaria general de Transportes y Movilidad, María José Rallo, resaltó la interlocución con Atuc y su participación en los planes del Ministerio. Antes de dar por clausurado el Congreso, quiso transmitir un mensaje de esperanza, con medidas a corto, medio y largo plazo, resaltando que el coche no es eficaz en términos de movilidad ni viable en lo ambiental. Por ello, animó a recuperar la confianza del ciudadano.
Por último, tuvo lugar un almuerzo ofrecido por las empresas GMV, Iberdrola, Karsan, Otokar y Willis Towers Watson.
