Los trabajadores de metro y autobús vieron en primicia el nuevo film «El 47» de Mediapro. La película es un homenaje a la clase obrera inspirado en unos hechos reales protagonizados en 1978 por un vecino de Torre Baró que era conductor de autobús.
Los asistentes a las proyecciones y ciudadanos que han pasado por la sede de la productora en la avenida Diagonal de Barcelona, han podido ver un autobús Pegaso 6035-A. Es un vehículo histórico de ARCA (Asociación para la Recuperación y Conservación de Autobuses), del mismo modelo de bus que secuestró Manuel Vital en 1978. Este modelo era el primer bus articulado que circuló en Barcelona. El bus que aparece en la película es un Pegaso 6025-A, también propiedad de ARCA.
El film ha sido dirigido por Marcel Barrena y protagonizado por el ganador de tres premios Goya, Eduard Fernández. Les acompañan en esta aventura sobre ruedas otros rostros conocidos del panorama cinematográfico catalán y español, como Clara Segura, David Verdaguer y Carlos Cuevas.
Cuando hablar de transporte público es hablar de justicia social
La película está inspirada en la historia de Manuel Vital, vecino de Torre Baró, presidente de la asociación del barrio y conductor de bus de Transports de Barcelona (TB). El 7 de mayo de 1978, harto del aislamiento y el olvido que sufrían los habitantes de su barrio ubicado en la periferia de Barcelona -sin transporte público para conectar con la ciudad- secuestró el bus de la línea 47 que conducía y le llevó hasta Torre Baró. Un acto de rebeldía que demostró ser un catalizador para el cambio, una lucha vecinal de la clase trabajadora que ayudó a crear la moderna Barcelona de finales de los 70 y 80.
La acción la ideó el propio Vital y contó con la ayuda de sus vecinos y vecinas, que ese 7 de mayo colaboraron de diferentes maneras con la iniciativa para conseguir un medio de transporte público digno que les comunicara con la ciudad.
Antes, Manuel había intentado utilizar métodos más ortodoxos para rebatir el argumento que las autoridades: “era imposible que un bus pudiera subir por las estrechas y empinadas calles de Torre Baró y llegara por el único acceso que tenía la zona”. El éxito de su hazaña cambió la historia de las personas de todo un barrio.
Y el transporte público llegó a Torre Baró
Seis meses después del secuestro que explica la película y de las presiones vecinales, el 17 de noviembre de 1978, la línea 47 (que circulaba de la plaza de Catalunya en el distrito de la Guineueta) se prolongó hasta Canyelles. Más líneas llegaron a la zona: en febrero de 1979 se creó la línea 31 (Hospital Clínic – Canyelles) y el bus nocturno NG (Paral·lel – Guineueta); el 23 de mayo de 1980 se estrenó la línea 77 (Pl. Virrei Amat – Torre Baró); y un año más tarde llegaba la línea 93 (Ciudad Meridiana – Torre Baró).
Actualmente, llegan las líneas 182 (Pl. Vire Amat – Torre Baró), 183 (Barris Zona Nord), el bus a demanda de Torre Baró Norte y Sur y la línea 11 del metro.
