FlixBus cuenta desde el 1 de septiembre con la nueva región de Europa Occidental, de la que es vicepresidente el español Pablo Pastega.
El cambio de estructura
Después de casi 13 años de presencia en Europa, FlixBus se ha reorganizado. Desde la compañía se indica que con la reducción del número de regiones en Europa de 9 a 5, FlixBus tiene como objetivo seguir con su estrategia de crecimiento en Europa. Quiere optimizar la organización de su estructura de gestión en este mercado y fortalecer las sinergias entre los distintos países. Ahora las regiones serán Europa Occidental, Europa Oriental, Europa del Norte, Europa del Sur y Reino Unido. España, Portugal, Francia, Bélgica, Países Bajos y Luxemburgo son los países que se encuentran dentro de la región Europa Occidental.
Para cumplir esta misión, Pastega cuenta con un equipo de 170 empleados y una red de más de cien pymes socias.
Sobre Pablo Pastega
Pablo PASTEGA nació en Madrid. Es Licenciado en Kedge Business School y tiene un MBA de INSEAD. An de formar parte del equipo de FlixBus, trabajó 7 años en Cisco y luego ocupó puestos de gestión en diferentes startups europeas. Pastega se unió a FlixBus en 2018 como director general de la región de Iberia
Pablo Pastega, vicepresidente de Europa Occidental en FlixBus, dijo: «Estoy muy orgulloso de liderar esta importante región de Europa. Aunque FlixBus se ha consolidado como un actor clave en cada uno de los países de los que ahora soy responsable, la empresa aún se enfrenta a muchos desafíos. En España, el desafío de abrir el mercado del transporte en autobús es un objetivo a largo plazo que, personalmente, me resulta muy cercano, al igual que la lucha contra ciertas formas de competencia distorsionada organizadas en beneficio de industrias como el coche compartido. En Portugal, toda la industria y la sociedad han podido beneficiarse de la apertura del mercado, llegando casi a duplicarse, desde 2019, el número de pasajeros que viajan en autobús de larga distancia, aumentando frecuencias, conexiones y empleo local”. Y también señala: “Francia, un mercado vital para los viajes de larga distancia en Europa, debe abordar la necesidad de que la calidad de las infraestructuras esté a la altura del dinamismo del sector, y debe analizar la desviación de las subvenciones concedidas al coche compartido, después de la reciente decisión del Consejo de Estado en este sentido”.
