Descongestionar el tráfico de la plaza de Conde de Casal, los laterales de salida y entrada de la autovía A-3 y la avenida del Mediterráneo, es el objetivo de este nuevo intercambiador. Además de las obras previstas, ha quedado diseñada una segunda fase por si fuera necesario ampliar las instalaciones en un futuro debido al aumento de la demanda.
Se ubicará bajo la avenida del Mediterráneo, entre la plaza de Conde de Casal y la M-30, y contará con dos niveles y una superficie total de 19.800 metros cuadrados. Así, conectará 26 líneas de autobuses (9 de la EMT y 17 interurbanas de los municipios del corredor de la A-3), y con la línea 6 de Metro, dando servicio a 18,7 millones de viajeros al año. La conexión con Metro se realizará en el nivel -1, de 9.000 metros cuadrados de superficie, donde accederán los autobuses a las dársenas desde el puente de la M-30 mediante dos rampas laterales de acceso y salida hacia la A-3. El segundo nivel, de 10.800 metros cuadrados, dispondrá de una isla de autobuses con un total de 12 dársenas que darán servicio a la demanda actual y a la que se pueda generar a medio plazo. En la segunda fase el intercambiador se ampliará con otra isla de casi 7.000 metros cuadrados y otras 12 dársenas de autobuses que permitirá duplicar su capacidad, y a la que se incorporará un aparcamiento de rotación de 10.700 metros cuadrados en dos plantas y con capacidad para 363 plazas. Las obras de la segunda fase tendrían un presupuesto adicional de otros 17 millones de euros.