En el periodo entre noviembre de 2008 y noviembre de 2009, ALSA tiene en marcha como prueba dos autobuses de etanol en el servicio de cercanías en Madrid. ALSA lleva años apostando fuerte por las energías renovables en su flota y se posiciona como empresa puntera que dado su tamaño tiene una responsabilidad evidente con la protección del medio ambiente. Hasta el momento, los dos autobuses han recorrido más de 46.000 Km y el resultado de las pruebas es satisfactorio cumpliendo los objetivos establecidos (fiabilidad, disponibilidad, seguridad, conducción y satisfacción cliente). La diferencia de precio de compra del vehículo varía apenas un 10% y el mantenimiento es entre un 5% y un 10% mayor debido al cambio de aceite y la revisión del sistema de inyección con más frecuencia. Sin embargo, el talón de Aquiles al evaluar su coste de explotación es el precio del etanol. Por ello los responsables de Scania, que ya tiene en circulación 600 unidades de etanol, consideran que la Administración española debería involucrarse más activamente, tanto desde el punto de vista de la subvención de los precios (igual que con el GNC) como por la agilidad en las homologaciones, sobretodo teniendo en cuenta que el mayor productor de etanol de toda Europa se encuentra en España (Abengoa) y que el suministrador actual es sueco (Sekab). El etanol es el biocombustible más utilizado en el mundo debido a su facilidad de manejo como líquido y su alto poder de reducción de emisiones de CO2.
Por el momento, se comercializarán sólo como vehículos completos, a menos que en el futuro la demanda de chasis con motor de etanol y carrozado tenga un peso importante.
Actualmente, Scania tiene también 8 autobuses híbridos con etanol en fase de pruebas en Estocolmo circulando en circuitos comerciales, los resultados son extraordinarios con una reducción del consumo del 25% y una reducción del 90% de las emisiones de gases de efecto de invernadero. El compromiso de Scania es reducir para 2020 a la mitad, el total de emisiones CO2 de la marca.