La Federación entiende que la rebaja en los módulos del IRPF para agricultores y pescadores, así como en el impuesto de hidrocarburos, supone un agravio comparativo para el transporte, sector estratégico que se ha visto sumamente perjudicado con la subida desproporcionada del precio de los carburantes. Considera que hay que remitirse a la última crisis provocada en el sector por el incremento desmesurado del precio del gasóleo, en octubre de 2000, que desembocó en la aprobación por parte del Gobierno central de medidas fiscales compensatorias para el sector. En este sentido, recomienda al actual Ejecutivo socialista tomar nota de aquella situación, incluso menos virulenta que la actual, para aplicar remedios similares, tan necesarios para el transporte por carretera, que pudieran aliviar en alguna medida la delicada situación que atraviesa.
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