Perfil: Eduardo Sotillo,Ex Director Comercial de Buses de MAN España

Siempre activo

Eduardo es un hombre de acción. A su destacada labor profesional tenemos que unir su gran afición por el deporte. Juega al tenis desde hace 40 años, practica natación desde hace 6 y judo desde hace 23 años. A pesar de sus problemas de rodilla, sigue al pie del cañón y monta en bicicleta los fines de semana. Dice que ahora, tras su marcha de MAN España, podrá utilizarla un poco más.
 
Nació el 25 de abril de 1949. Su formación como Licenciado en Marketing le abrió la puerta al mundo de los negocios. En el año 1975 entró en el sector del autobús en el departamento de ventas de la empresa Layland Ibérica, concesionario de Pegaso.  En 1987 pasó a ser Jefe de Ventas en Trema Osnur, también concesionario de Pegaso.
 
Ese mismo año, Eduardo Sotillo se incorporó a la central de Volvo, hasta octubre del 1992, momento en el que llega a MAN España. Tan solo dos años después, en el año 1994, fue nombrado Director del Departamento de Buses.
 
En su vida profesional destaca que 15 años que ha pasado en MAN como Director de Buses. Durante este tiempo consiguió elevar la cuota y venta como segunda marca del sector.
 
No es la única satisfacción que se lleva de esta firma, también recuerda que su cargo le ha proporcionado muy buenos amigos a nivel nacional. De estas relaciones humanas que le ha permitido tener su puesto como Director de Buses MAN durante 3 lustros se siente especialmente orgulloso.
 
Pero no tanto como de su familia y especialmente de su mujer. Y es que, en el terreno personal, su familia desataca con sobresaliente. Le satisface pensar que sigue reuniéndose cada Nochevieja para cenar con sus cuatro hermanos y familia. También es muy importante para él su continuada y magnifica relación con su esposa y sus tres hijos.
 
Asegura que si volviera atrás no cambiaría nada de lo hecho o vivido porque según sus propias palabras: “Supongo que lo lógico sería tener un deseo pero no es el caso, la suerte que he tenido con mi familia, amigos y trabajo, no me hace desear otra cosa.” Se le olvida algo. La suerte que todos ellos han tenido también a conocerle a él.
  
 
 
 

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