Con orígenes remotos en el siglo XVII (cuando los antepasados de la familia Sagalés transportaban hielo desde las montañas hasta Barcelona), la actual Sagalés es el resultado de una agrupación de empresas de transporte caracterizadas por su diversidad, desde regular hasta discrecional, escolar, fábricas,…). Esta dilatada trayectoria queda reflejada en su afán por conservar una parte de su experiencia acumulada en forma de autobuses y autocares que han prestado servicio por las distintas líneas operadas. El responsable de esta ardua labor es Francesc Sagalés, quien ha compaginado su labor como gerente de la empresa con la de febril aficionado a los autobuses históricos, a los que ha dedicado tiempo y recursos para que vuelvan a lucir como en su época dorada.
Los tesoros de la colección
De esta forma, no es de extrañar que la joya mimada de su patrimonio sea un Hispano Suiza 12/15 que el año pasado cumplió un siglo de vida. Matriculado B-352, este autobús de quince plazas fue también el primero en ser restaurado, una labor de gran complejidad pero con excelentes resultados: en la actualidad, este entrañable vehículo participa con asiduidad en el Ral·li Barcelona-Sitges de automóviles clásicos, con su propietario al volante. Pintado de color azul y con la madera barnizada, este ejemplar único llama también la atención por la escalera que sube a la baca, donde los viajeros depositaban sus equipajes.
Otro de los vehículos con más historia de la firma es un Ford AA de 1929 de color blanco, en un estado impecable como lo demuestra su participación en el pasado Ral·li de autobuses clásicos entre Barcelona y Caldes de Montbui (sede de la empresa). Este modelo perteneció en sus orígenes a la empresa La Vallesana, integrada posteriormente en el grupo Sagalés.
Paralelamente, uno de los más recientes en ser restaurado ha sido otro Hispano Suiza, en este caso, un 30/40 de 1916. Aunque el motor se encontraba en buen estado, para realizarle la puesta a punto hubo que arreglar la dirección, atacar la plancha y pintura y cambiar los neumáticos, que se habían cristalizado por la falta de uso. Además, como sorpresa añadida, en el mencionado Ral·li de autobuses clásicos también se presentó un Chevrolet de 1928 que había pertenecido a la empresa Castellà de Manresa, y que también lucía una calca blanca con ribetes y letras azules.
También autobuses contemporáneos
El resto de autobuses que tiene la compañía en perfecto estado son de las décadas posteriores, aunque también destacan por su encanto y por su solera. En este sentido, podemos destacar el Barreiros 2900 Saeta 35B de 1969, que prestó servicio en la empresa Planas. Este compacto autobús, que realizó diversos recorridos por la zona central de Cataluña, recibió una nueva librea este año, sustituyendo la anticuada verde y crema por una más acertada en blanco y azul.
Asimismo, en la última edición del Ral·libús de Sabadell de ARCA, Sagalés presentó en sociedad su última pieza recuperada: se trata de un Pegaso 5024 de 1985 con carrocería Castrosúa CS-30 y librea que combina dos tonos de azul.
La colección completa de Sagalés serviría por sí misma para hacer un museo, dado que la compañía guarda un autobús de cada serie que retira de circulación. Sin duda, es un proyecto que ronda por la cabeza de su propietario, aunque ante la dificultosa y costosa recuperación de estas piezas de coleccionista de momento nos tendremos que conformar viendo aparecer y admirando periódicamente nuevos autobuses restaurados de forma impecable, y con motor en perfecto funcionamiento para que puedan cumplir su función de espectáculo rodante.
En todo caso, el ejemplo de la Empresa Sagalés es una referencia para todas aquellas compañías que dispongan de vehículos preservados a la espera de restaurar, demostrando que es posible hacer frente a las dificultades y retos que se plantean gracias al esfuerzo y al empeño de una labor que se ha convertido en algo más que una afición.
Empresa Sagalés, un referente en la preservación de autobuses
Para una empresa privada el acuciante día a día del trabajo a menudo impide dedicarle demasiada atención a su propia historia, y más si hablamos de uno de los principales operadores de transporte de viajeros por carretera de Cataluña. Es por ese motivo que la afición preservadora de la Empresa Sagalés merece todo el reconocimiento de los aficionados a los vehículos clásicos.
