Perfil: Rafael Barbadillo, Presidente de Asintra

Espíritu de equipo

Rafael Barbadillo es un madrileño que fue a nacer a León el 14 de Febrero de 1968. Su abuelo materno era doctor y vivía en la última planta de su propio hospital. Por eso, todos sus parientes “van a nacer a León”.Desciende de una familia repleta de médicos, sin embargo, su carrera profesional ha sido muy diferente a la que quizá tenía predestinada.
 
Mientras estudiaba Ciencias Empresariales realizó prácticas en el departamento financiero de Bodegas Antonio Barbadillo, propiedad de su familia. Pero tampoco quiso el destino que siguiera por ese camino.
 
Rafael realizó un Master en Agencias y Transportes y comenzó su trayectoria en el sector trabajando en la agencia de viajes VIE, que después sería absorbida por el Grupo Marsans. Y allí se gestó su futuro laboral. Conoció en VIE a Eduardo Chacón, con quien por casualidades de la vida estaba relacionado. La esposa de Chacón y el padre de Rafael eran ambos de Sanlúcar de Barrameda (Cádiz) y ambas familias se conocían. De esa amistad, surgió la posibilidad de ir a Asintra.
 
Entre otras titulaciones cuenta con la de Gestión del Transporte y es Director del Master en Dirección de Empresas de Transporte por Carretera en ESIC Marketing & Business School e imparte el curso de Especialización de Transportes en la Fundación de los Ferrocarriles Españoles.
 
A su actual cargo como Presidente de Asintra hay que sumarle su presidencia en el Consejo Nacional de Transportes Terrestres, en el Comité Nacional de Transporte por Carretera, en el Consejo de Transporte y la Logística de CEOE y en el Consejo de Transportes y Movilidad de CEIM.  Por otro lado, es Vocal de la Junta Directiva de la Confederación Empresarial de Organizaciones Empresariales CEOE y de la Confederación Empresarial de Madrid-CEOE. También es Vicepresidente del Grupo de Trabajo de Transportes de la patronal europea Business Europe y Consejero en representación de la delegación empresarial española en el Consejo Económico y Social Europeo.
 
Aunque al principio sus conocimientos sobre los autobuses y autocares eran limitados, pronto se hizo con el sector. Ahora se siente orgulloso de su trato con los transportistas, con quienes siempre se ha sentido muy bien y que le han recibido con respeto y cariño. Es aun así crítico y dice que le gustaría “que hubiera más unión y cohesión, que se trabajara más en conjunto”.
 
A pesar de confesar que el sector del transporte es adictivo, también reconoce que siempre le ha quedado una espinita clavada: estudiar medicina. Pero tiene claro que “ya no es el momento”. Quizá porque siente que tiene una vida plena con su esposa y sus cuatro hijos, a quienes considera lo mejor que le ha pasado en lo personal.
 
Cuando habla del Sur, de Sanlúcar, de las bodegas y del mar, su mirada se llena de nostalgia. Pero también mira con entusiasmo al Norte, donde disfruta ahora con su mujer y sus hijos de los bellos paisajes que le permiten montar en bici en un marco natural perfecto y nadar en el mar que tanto ama.
 
Rafael Barbadillo se considera un hombre “positivo por naturaleza” y afirma que “en los momentos difíciles es precisamente cuando más optimista se debe ser, porque podemos encontrar muchas oportunidades”.  Quienes le conocen lo saben, ya que esa energía positiva que irradia inunda siempre el lugar en el que esté.

  • Le gustaría “que hubiera más unión y cohesión, que se trabajara más en conjunto”.
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