Los espacios cardioprotegidos conectados son lugares donde en caso de parada cardíaca, encontraremos la respuesta más rápida y eficiente evitando secuelas irreversibles e incluso la muerte.
El primer problema de salud pública es la parada cardíaca. Cada día fallecen en España, según las estadísticas, una media de 100 personas a causa de un ataque cardíaco, un índice de mortalidad que tiene mucho que ver con la capacidad de respuesta que tengamos en los 5 minutos tras la parada. Son momentos de alto grado de nerviosismo donde además de disponer de nociones de masaje cardíaco y un desfibrilador a mano, el obtener ayuda y sentirse respaldado es más necesario que nunca.
España a la cola en cardioprotección
Hoy por hoy, España se sitúa en el vagón de cola de Europa en la creación de espacios cardioprotegidos, asignatura donde un país como Francia multiplica por 8 nuestra capacidad y en la que Estados Unidos o Japón son referentes. En España existe una legislación general que deja en manos de las comunidades autónomas el desarrollo normativo y la obligatoriedad de contar con desfibriladores en determinados espacios públicos y privados. País Vasco, Cataluña, Andalucía y ahora en Canarias han sido las primeras es regular su aplicación, pero todavía queda mucho por hacer. Otro tanto ocurre en el ámbito privado, donde destacan ya numerosas iniciativas con las que las empresas quieren ofrecer un plus de calidad y servicio a sus trabajadores, clientes y también vecinos.
Una de las más originales y novedosas es la utilización de desfibriladores en el ámbito del transporte de viajeros, como es el caso de los autocares. Las empresas del sector son cada vez más conscientes de la importancia de que sus clientes viajen en las mejores condiciones de seguridad, pero también en convertirse en vehículos de vida entornos tan sensibles como son las carreteras.
Desfibrilador a bordo
La primera experiencia, desarrollada por una empresa española líder del sector de viajeros ha creado espacios cardioprotegidos en ruta, contando con equipos DOC® (Desfibrilador Operacional Conectado) con telecontrol, tele-asistencia, geolocalización, conectados a través de un sistema de comunicación y asistencia 24 horas. B+Safe es la empresa que comercializa estos equipos de los que tiene la patente.
Esta solución móvil para autobuses, se presenta en un pequeño maletín que garantiza la integridad del aparato con conexión directa a la alimentación del vehículo. Su objetivo no es otro que salvar vidas cuando se produce un ataque cardíaco en ruta. Debe estar a disposición del personal del autocar y pero también de terceros cuando el autocar se encuentre parado, ya sea en la propia estación de autobuses, en una gasolinera o en un área de servicio. Además se puede y se debe identificar el autocar como vehículo cardioprotegido, para facilitar el auxilio a otras personas cuando se encuentre circulando.
El objetivo es que las carreteras estén cada vez más protegidas e incorporen cada vez más espacios cardioprotegidos, ya sea a través de los vehículos que circulan por ellas, como en sus gasolineras para poder salvar más vidas.