En una reciente comparecencia de la consejera de Turismo y Paisaje del Cabildo, Pilar Parejo, para informar sobre los resultados de la campaña turística del 2002 en la isla, señaló que se había producido un descenso de 45.000 turistas con respecto al año anterior. La ‘mala imagen’ que produjo la huelga de transportes en las islas de cara al turismo, donde se podían observar largas colas de turistas esperando que alguien les trasladará a sus respectivos hoteles desde los aeropuertos, fue la principal preocupación de empresarios y autoridades. El conflicto afectó menos a las islas de Gran Canaria, Lanzarote y Fuerteventura donde los sindicatos convocaron paros del 10 al 14 de octubre. Lograr que la patronal, agrupada en la Federación de Empresarios del Transporte de Las Palmas, aceptase cambiar el sistema de cómputo de la jornada laboral y la reducción de las horas extras, fue la motivación que llevó a 1.500 trabajadores a parar durante cinco días en las tres islas. La Dirección General de Trabajo del Gobierno de Canarias fijó unos servicios mínimos del 40%, lo que encolerizó a los trabajadores, que se negaron a efectuarlos. Las seis primeras jornadas de huelga se saldaron con la rotura de cristales de más de 32 guaguas que pretendían cubrir los servicios mínimos impuestos por el Gobierno autónomo. En una comparecencia parlamentaria, el Consejero de Turismo y Transporte, Juan Carlos Becerra, cifró las pérdidas en 700 millones de pesetas, según informe de los agentes de viajes, mientras que el diputado socialista Julio Cruz dijo que se habían perdido más de 1.000 millones de pesetas en anulaciones y que había afectado a 600.000 turistas. El conflicto se solventó tras aceptar los empresarios un salario base de 772,21 euros (128.485 pesetas), un plus de transporte y otro de convenio y un aumento del 5% durante los dos próximo años.
CANARIAS:LA HUELGA DEL DISCRECIONAL SUPUSO MÁS DE 700 MILLONES DE PESETAS EN PÉR
La huelga de conductores del transporte discrecional de viajeros, que se produjeron durante el año 2002 en las dos provincias canarias por reivindicaciones salariales, afectó a la línea de flotación de la economía isleña, el turismo.
