Larga, muy larga se hizo la noche para la flota participante en la VII Regata Castrosua de Solitario y a Dos que tenía que cubrir un recorrido de 70 millas náuticas que les llevaría desde la Puebla del Caramiñal hasta el sur de cíes y regreso al punto de salida. El viento, que desde la salida el sábado se erigió en protagonista, hizo sufrir a los regatistas que veían como sus barcos apenas avanzaban y solo a partir de la mañana se estabilizó y agilizó la entrada de los barcos en la Puebla. No obstante la presencia y despliegue de la Guardia Civil del Mar ,Vigilancia Aduanera, Salvamento Marítimo con un seguimiento exhaustivo mediante radar y el contacto continuo desde la oficina del Club Náutico Caramiñal, organizador de esta prueba, hacía que los participantes no se sintiesen solos. La gran mayoría de los barcos, al filo de las una de la madrugada del domingo y tras casi doce horas de navegación, no habían cubierto ni la mitad del recorrido. En cabeza, siempre destacado, el IMX 40 “Castrosua” de Guillermo Alonso/Javier Rey que veía con desesperación, tanto en la baliza del Camouco como en la baliza de la Negra, como los parones del viento producían que la flota perseguidora le alcanzara y, en un caso, le adelantaba. Todo esto le llevó al final a ser noveno de la general y segundo de su clase, la clase regata que fue ganada por “Florentino” de Javier Puertas/David Louzao.
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