Para justificar la inversión inicial requerida y ajustar con éxito sus operaciones de los vehículos de combustión interna a los vehículos eléctricos (VE) de una manera que no afecte a la cuenta de resultados, las empresas de transporte público necesitarán una comprensión estratégica más profunda sobre la transición a VE.
USO DE HERRAMIENTAS DE ANÁLISIS DE DATOS, IA Y APRENDIZAJE AUTOMÁTICO PARA CREAR UNA ESTRATEGIA RENTABLE
El análisis de datos, la inteligencia artificial (IA) y el aprendizaje automático pueden ayudar en gran medida a los gestores de flotas a lograr esta comprensión estratégica y a dar sentido al nuevo mundo eléctrico de forma rentable. La combinación del procesamiento de datos a gran escala con los sistemas autónomos de IA y la recopilación granular de información sobre los vehículos permite a los equipos de mantenimiento obtener valiosas perspectivas. La integración de estas herramientas con los vehículos conectados y la información del taller da como resultado un bucle de retroalimentación continua que se adapta continuamente a los nuevos vehículos y tecnologías durante la operación de la flota.
El resultado es la capacidad de analizar el rendimiento de un autobús individual, detectar errores, predecir la autonomía del vehículo, aumentar la disponibilidad del mismo y optimizar las sesiones de carga, todo lo cual contribuye a gestionar las nuevas flotas de vehículos eléctricos de forma eficiente y rentable.
Por ejemplo, aunque los costes iniciales de los VE son elevados, el coste operativo de un autobús eléctrico es significativamente menor que el de un autobús con motor de combustión interna, debido al precio de la electricidad frente a los combustibles fósiles y a la mayor duración de los componentes, que requieren menos mantenimiento. Pero para aprovechar los menores costes energéticos y garantizar un retorno de la inversión positivo, los servicios de transporte tendrán que operar los autobuses eléctricos de forma más intensiva y durante más tiempo que los vehículos ICE. Mantenerlos fuera del taller y en la carretera será una parte crucial del rompecabezas de la viabilidad económica para garantizar la adopción generalizada.
ADOPTAR UN NUEVO ENFOQUE PARA EL MANTENIMIENTO DE LOS VEHÍCULOS
Esto requerirá un nuevo enfoque del mantenimiento de los vehículos. Normalmente, éste se ha llevado a cabo de forma preventiva, lo que se traduce en la sustitución de componentes antes de que lleguen al final de su vida útil con el fin de prevenir averías y evitar la interrupción del servicio. Pero este es un enfoque muy ineficiente para el mantenimiento de los vehículos eléctricos debido a sus mayores costes de componentes y de mano de obra.
Sin embargo, mediante la integración de soluciones predictivas que recogen y analizan los datos del vehículo durante su funcionamiento regular, los gestores de flotas pueden establecer la verdadera vida útil restante (RUL) de los componentes y utilizar la información para programar de forma inteligente el mantenimiento del vehículo con el fin de prolongar su vida operativa. Además, al obtener información procesable en tiempo real sobre los fallos internos de los autobuses eléctricos, los responsables de mantenimiento pueden diagnosticar las averías a distancia. Los vehículos permanecen en la carretera durante más tiempo, el mantenimiento es más predecible y menos costoso y las averías se producen con menos frecuencia, lo que evita costosos tiempos de inactividad e interrupciones del servicio.
LAS BATERÍAS DE LOS VEHÍCULOS ELÉCTRICOS EN EL PUNTO DE MIRA
Las baterías de los vehículos eléctricos representan el ejemplo más claro de las ventajas de aumentar la vida útil de los componentes. Al representar alrededor del 40% del coste total del vehículo, los gestores del transporte público deben tomar medi das para prolongar el ciclo de vida de la batería si esperan conseguir un cambio rentable hacia las flotas eléctricas. Los cálculos deben tener en cuenta la degradación de la batería a lo largo del tiempo y su impacto en la autonomía, así como una serie de factores que escapan a su control, como el clima, el tráfico, la ruta y la carga, que pueden alterar la distancia que un autobús puede recorrer con una carga.
Sin este conocimiento y visibilidad, será imposible planificar un servicio fluido, eficiente y rentable. Pero el análisis predictivo de la batería puede proporcionar una visión precisa y completa de la evolución del estado de la batería de un autobús eléctrico, lo que permite una planificación eficaz de las rutas y los requisitos de carga, así como métricas de optimización del uso para prolongar la vida útil de los vehículos. Al aprovechar los datos del estado de carga (SoC) y la profundidad de descarga (DoD), los gestores de flotas pueden comprender si el perfil de funcionamiento puede modificarse para maximizar la vida útil de la batería, reduciendo el coste total de propiedad de los autobuses eléctricos. Este tipo de análisis es fundamental para que el despliegue de la flota de vehículos eléctricos sea operativo y rentable.
LOGRAR EL MENOR COSTE POR KILÓMETRO DESDE EL PUNTO DE VISTA FINANCIERO Y MEDIOAMBIENTAL
Dado que los plazos para la eliminación de los vehículos con motor de combustión interna en las carreteras del Reino Unido se acercan rápidamente, la transición a los vehículos eléctricos es más una cuestión de cuándo que de si han de hacerlo, para los proveedores de transporte público. Para llevar a cabo el cambio con éxito, deben combinar la sostenibilidad con la fiabilidad, la accesibilidad y la rentabilidad, logrando el menor coste por kilómetro tanto desde el punto de vista financiero como medioambiental. Esto puede lograrse ampliando la vida útil de los componentes, haciendo funcionar los vehículos de forma más intensiva y durante muchas más horas, y manteniéndolos fuera del taller y en la carretera eliminando los tiempos de inactividad.
Adoptar la tecnología de mantenimiento predictivo no sólo facilitará esta transición hacia los vehículos eléctricos, sino que también llevará a los operadores de flotas a la próxima generación de movilidad eléctrica. Al reducir los costes y mejorar la fiabilidad, los proveedores de transporte público podrán hacer que sus vehículos funcionen durante más tiempo, sirvan a más personas y garanticen la rentabilidad de su considerable inversión, todo ello cumpliendo sus compromisos climáticos
