El autobús experimental es un modelo estándar, de 12 metros de longitud, propulsado por un motor diésel y un motor eléctrico dispuestos en paralelo, es decir, que ambos motores actúan sobre la tracción de manera combinada. Esta fórmula permite unos
ahorros de entre el 38% y el 46%, según el fabricante.
La flota de TMB cuenta en la actualidad con un centenar de autobuses híbridos (midis, estándares y biarticulados), todos de funcionamiento en serie, es decir, de tracción puramente eléctrica y que utilizan el motor térmico para generar electricidad durante el recorrido.
El vehículo de prueba ha sido fabricado en Tafalla (Navarra) a partir de componentes
CKD. El motor eléctrico tiene una potencia de 44 kW y 60 CV, y la batería es de ionlitio de 360 voltios y 12 Ah.
TMB fue anfitriona, la semana pasada, del tercer encuentro de trabajo de la Hybrid
User Forum, organización vinculada a la Unión Europea que agrupa a los fabricantes
y operadores de flotas de vehículos pesados híbridos y que sirve para intercambiar
experiencias sobre esta tecnología de la automoción que permite reducir consumos y
emisiones.