El objetivo de la Directiva que instaura la «Euroviñeta» es garantizar que los gravámenes por uso de la infraestructura vial se ajusten a los costes derivados de la utilización de dicha infraestructura. Los Estados miembros pueden modular sus peajes en función de la clase de emisiones de los vehículos que utilizan las autopistas y la hora del día, pero los descuentos especiales para usuarios frecuentes no deben exceder los ahorros de costes administrativos que dicho uso frecuente genera efectivamente. Esta disposición garantiza que todos los transportistas contribuyen en pie de igualdad al coste de la infraestructura que utilizan, y evita que los usuarios ocasionales deban sufragar la aplicación a los usuarios frecuentes de gravámenes inferiores a los costes de la infraestructura. Según la Comisión, ni España ni Francia han aportado prueba alguna de que los ahorros de costes administrativos justifiquen los niveles actuales de descuento. La Directiva modificadora adoptada recientemente especifica que los descuentos para usuarios frecuentes no podrán en ningún caso superar el 13% del peaje.
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