El Libro Blanco es un documento “que marcará las líneas maestras de la política europea de transportes en los próximos diez años”, pero que perfila el camino a seguir hasta 2050, afirmó Jaime Rodríguez. En su intervención destacó como desafíos para el sector: disminuir la congestión, el ruido y la accidentalidad e incrementar la calidad del aire. Como soluciones propone: “el transporte público debe lograr una mayor cuota dentro de los desplazamientos, integrar los distintos modos e introducir modos de pago inteligentes”. Concluyó afirmando que ahora el reto es conseguir en 2050 una reducción del 60% de las emisiones sobre 1990.
Los problemas económicos por la pérdida de viajeros y la subida del gasóleo y las expectativas de futuro centralizaron la mayoría de las intervenciones. El director general de Transporte Terrestre, Manel Villalante, que inauguró las jornadas, pidió ayer “diálogo y complicidad” a los empresarios para llevar a cabo las reformas. Afirmó que “hay que hablar de movilidad y no de modos” en referencia a la competencia entre la carretera y el ferrocarril. Señaló que se está realizando un estudio de todos los corredores para que “no compitan absurdamente” ni entre empresas de la carretera ni entre carretera y ferrocarril.
La clausura de la jornada corrió a cargo de Antonino Burgos, consejero de Vivienda y Obras Públicas del Gobierno de La Rioja, quien afirmó que “el sistema de transporte metropolitano ha sido la gran apuesta de la comunidad autónoma por la movilidad sostenible y por la calidad”. La remodelación del sector comenzó con el transporte rural, continuó con el interurbano y ha finalizado con el metropolitano, indicó el responsable riojano.