El primer autobús urbano de MAN con propulsión de gas empezó a circular por las carreteras de Núremberg en 1943. Se utilizó para el transporte público de cercanías en la ciudad alemana. El vehículo empleaba también un remolque, lo que incrementaba su autonomía de manera considerable, ya que los depósitos de gas se ubicaban en el techo del autobús y en el del remolque.
Una característica especial es que MAN llevó a cabo producción completa del vehículo, diseñado específicamente para su uso con gas. Ese mismo año, MAN ya desarrollaba chasis para camiones que podían emplear otro tipo de combustibles, como bombonas con gas sintético, gas embotellado y gasóleo de lignito. A finales de la década de los 30, la creciente escasez de materias primas provocó un aumento en la producción de los denominados gasificadores de madera, que MAN instaló principalmente en camiones y tractores. Los generadores de gas de madera se convirtieron en los sistemas de propulsión alternativos más extendidos.
En 2018, justo 75 años después, el fabricante de vehículos industriales MAN Truck & Bus vuelve a lanzar al mercado un nuevo motor de gas: el MAN E1856 LOH. Su presentación ha tenido lugar en la IAA de Vehículos Industriales que se celebra en septiembre en la ciudad alemana de Hannover.
«En Europa, MAN es desde hace años líder tecnológico y de mercado en el área de autobuses propulsados por gas natural. Hemos recurrido a los conocimientos técnicos adquiridos durante décadas para desarrollar un nuevo motor de gas que nos permita seguir ofreciendo a los clientes lo último en tecnología. Este motor destaca sobre todo por su excepcional rentabilidad y por un nivel de emisiones de gases de escape extremadamente bajo», afirma Rudi Kuchta, jefe de ventas de autobuses de MAN Truck & Bus.
Por otro lado, su funcionamiento resulta aún más económico en combinación con el MAN EfficientHybrid. En consecuencia, junto con el biogás, el MAN Lion's City G representa la solución más rentable para un transporte público urbano prácticamente sin emisiones de CO2. Y es que la tecnología del gas natural ofrece una gran ventaja: cuando los vehículos funcionan con gas natural producido de forma regenerativa o sintética, ya que los resultados son excepcionales en cuanto a la huella de carbono. «Este es un paso importante para el futuro de MAN y de muchas empresas de transporte, especialmente cuando se trata del control de la calidad del aire en las zonas urbanas», añade Kuchta.