Según los datos de CONFEBUS, la drástica reducción de la demanda durante el estado de alarma, de entre el 90% y el 100% en el caso de las empresas dedicadas al transporte turístico y escolar, ha generado graves problemas de liquidez en las empresas, poniendo en riesgo la viabilidad de servicios en un sector intensivo en recursos humanos y de capital, “que precisa urgentemente de inyeccio?n de tesoreri?a y flexibilidad laboral. Un impacto que se ha producido en un momento en el que a los costes fijos se ha sumado la inversión adicional para preservar la salud tanto de trabajadores como de usuarios, con medidas para el distanciamiento social en infraestructuras y vehículos o la desinfección y limpieza extra de los vehículos.”
Al respecto, el presidente de CONFEBUS, Rafael Barbadillo, destaca: “es necesario preservar el tejido productivo de la movilidad para que, una vez superada la crisis y levantadas las restricciones a la movilidad, las empresas tengan la capacidad de garantizar la prestación de servicios y preservar el sistema de transporte público en nuestro país, ofreciendo los niveles necesarios para atender la demanda de movilidad de las personas, como condición básica de su calidad de vida y para sus necesidades cotidianas, así como para acceder a servicios públicos básicos y a otros de carácter esencial”.