La Comisión acepta esta fecha como límite para permitir al sector de transportes organizar una transición armoniosa. Tras esta fecha, los Estados miembros se verán obligados a garantizar el cumplimiento de las disposiciones a este respecto. Los nuevos vehículos matriculados tras esta fecha que no estén equipados con un tacógrafo digital operativo podrán ser inmovilizados en cualquier momento. Asimismo, los conductores deberán ir provistos de una tarjeta personal de conductor. Barrot ha indicado que todo retraso suplementario afectará seriamente las economías de los países en cuestión. Por este motivo, la Comisión recomienda a estos Estados miembros hacer todo lo posible para adoptar a tiempo las medidas necesarias.
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