En la presentación de este documento, que pretende ser una Hoja de Ruta para el autobús, ha participado el secretario de Estado de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Pedro Saura, quien ha destacado la posición de apoyo al sector del Gobierno, con cuya estrategia coincide precisamente este informe. Afirmaba que durante este semestre estará listo el borrador de la Ley de Movilidad Sostenible. Saura indicaba que si cae la movilidad, cae la economía y por ello era necesario reactivarla. “Necesitamos movilidad, pero no cualquiera sino una nueva movilidad, y en ella el transporte público es el eje fundamental”. El secretario de Estado hizo recuento de las medidas tomadas desde el ejecutivo nacional para amortiguar la grave situación económica ocasionada al sector por la pandemia y la caída drástica de la movilidad. Entre esas medidas habló de los ERTE y moratorias de los leasing, así como sus ampliaciones, los avales ICO, y los recursos destinados a paliar la caída de demanda en las líneas regulares de ámbito estatal y autonómico, así como las ayudas directas recientemente aprobadas para el autobús y el autocar dentro de los 11.000 millones aprobados la semana pasada.
Terminó asegurando que “va a haber política de transporte por primera vez”, un proyecto iniciado con el cambio de nombre del propio Ministerio y que se traduce en dejar de invertir únicamente en infraestructuras para apostar por la movilidad del futuro. Esto implica seguir el camino de la descarbonización (tanto de las flotas como de los talleres e instalaciones), la digitalización (no sólo documental sino también de los procesos de gestión y comercialización y relaciones con la propia Administración) y la adaptación de las infraestructuras básicas para el transporte público, como carriles Bus-VAO, estaciones e intercambiadores y parkings disuasorios digitalizados y conectados al transporte público. Para todo ello cuenta con una inversión de 3.600 millones de euros de los Fondos Europeos.
Saura dijo que lo primero es centrarse en la recuperación del sector a través de ayudas y medidas de protección y el segundo paso sería trabajar en ese nuevo mapa concesional en la etapa de transformación hacia la nueva movilidad.
El presidente de CONFEBUS, Rafael Barbadillo, pide al Gobierno que se agilicen los trámites “para que las ayudas lleguen lo antes posible”. Barbadillo recordaba que la Confederación presentó su Plan de Recuperación para el sector en 2020 y que éste está en plena consonancia tanto con el plan de reconstrucción anunciado por el Estado como con la estrategia que siguen los fondos europeos. Ahora, con este informe, CONFEBUS quiera poner sobre la mesa un documento que sirva para la reflexión del sector sobre los cambios y retos que llegan al transporte por carretera de viajeros, un sector que destaca por “su accesibilidad, su capilaridad y su sostenibilidad social, medioambiental y económica”, y que es parte esencial para la industria del turismo nacional. “Garantizamos la movilidad a más de 3.000 millones de viajeros al año, comunicamos más de 8.000 poblaciones, generamos empleo para 95.000 personas y facturamos en conjunto casi 6.000 millones de euros” , decía.
El informe
El presidente de KPMG en España, Hilario Albarracín, se refirió en la introducción del informe al cambio que lo operadores están afrontando, que ya estaba presente antes de la pandemia pero que se ha acelerado en algunos puntos con ella. Los nuevos hábitos han llegado para quedarse y muchos de ellos afectarán al transporte en autobús, que se perfila como el eje fundamental de la movilidad pero que debe resolver retos importantes y cubrir las necesidades de un usuario mucho más selectivo y que ha dado el salto definitivo al mundo online.
El informe fue presentado por Cándido Pérez, Socio responsable de Infraestructura, Transporte, Gobierno y Sanidad de KPMG en España, Fernando Vizoso, Director de Infraestructuras y Transportes de KPMG en España, y María José Menduiña, Senior manager de Infraestructuras y Transportes de KPMG en España.
El posicionamiento actual del autobús en España está marcado por su capilaridad, flexibilidad, sostenibilidad, accesibilidad y seguridad vial. Los retos y oportunidades a los que se enfrentan vienen de la mano de la tecnología, los nuevos hábitos y nuevos modelos de negocio. El autobús puede dar respuesta a un mundo de megaciudades pero también al entorno rural despoblado o la irrupción en escena del teletrabajo. Habrá que tener en cuenta que el impacto del COVID a corto plazo traerá cambios estructurales en la movilidad a medio y largo plazo y habrá que recuperar la confianza del usuario. La digitalización va a permitir al sector ofrecer servicios MaaS, multimodales, de movilidad compartida y a la demanda, pero también contar con plataformas de reserva y venta de billetes unificadas e introducir nuevos modos de pago. En definitiva, centrar la gestión en una oferta de calidad que se ajuste a las necesidades cambiantes. Según los datos aportados en el informe, el 15% de los vehículos que se matriculen en 2030, serán autónomos.
Las 9 iniciativas estratégicas fundamentales que propone:
Para que el sector afronte todos estos cambios, CONFEBUS señala que es importante que las administraciones públicas lleven a cabo: un estudio de demanda coordinado y global, la definición del nuevo mapa concesional, la introducción de incentivos para la mejora del servicio público, una mejora y adaptación de las infraestructuras básicas, así como la adaptación del marco regulatorio a la nueva situación.
En cuanto a las empresas, deben definir planes estratégicos internos centrados en el usuario. Y el sector, en general, crear una plataforma interfaz de venta común, mejorar su posicionamiento e imagen, así como impulsar la colaboración con otros agentes.