Abrieron el acto Oriol Amat, rector de la UPF y coautor del estudio, y Rosa Alarcón, presidenta de TMB. El estudio fue explicado por Erola Palau, investigadora del Observatori de Sostenibilitat y coautora del estudio.
El consejero delegado de TMB, Gerardo Lerxundi, indicó que ese análisis permite demostrar que cada euro invertido en transporte público, devuelve a la sociedad más de 6 euros. Por ello, afirma que “hay que darle la vuelta a la idea de que el transporte colectivo es deficitario. Poro todo los beneficios económicos y sociales que retorna no se debe ver como un coste sino como una inversión”. Habló sobre la gran pérdida de pasajeros derivada de la pandemia y que ha dado al trate con una década de crecimiento sostenible del uso del transporte público. De hecho, se extendió el miedo a compartir espacio con otras personas. Afortunadamente, en Barcelona ya se puede hablar de la recuperación de un 70% de la demanda del transporte colectivo y éste vuelve a imponerse al coche privado. “Barcelona es de las primeras ciudades del mundo que le ha dado la vuelta a esto y esto nos da esperanza. Estamos en el camino correcto de la recuperación”, decía.
Miguel Ruiz, presidente de ATUC expuso su conferencia “La financiación del transporte público”. Desde su asociación se está trabajando para ayudar al Gobierno de España a desarrollar la Ley de Movilidad y Financiación tan deseada por el sector y que ya se está redactando. “Va a ser un antes y un después cuando esté publicada”. Explicó que el nuestro, es el único país del entorno europeo sin unas reglas claras de financiación que permitan a los operadores poder planificar a medio y largo plazo. Nuestro sistema, hasta ahora se ha regido por los contratos-programa, que han pasado ahora a ser Subvenciones Finalistas, sólo aplicables a Barcelona, Madrid, Valencia y Canarias. En ellos se negociaba las asignaciones anuales de manera bilateral y el resto pasaba a depender el Fondo de Reparto, que tenía que esperar a conocer su asignación en los Presupuestos Generales del Estado, a final de año, lo cual no permite ningún tipo de planificación. Se produce a su juicio una distribución asimétrica que da inestabilidad a los operadores de transporte público.
Como ejemplo de ese concepto de inversión en lugar de coste, habló de la importancia que se le da al transporte público en algunas ciudades de otros países que son mucho más liberales económicamente que los miembros de la UE. Se refirió en concreto a la fuerte financiación a la movilidad colectiva en Nueva York, muy por encima de la aportación que se hace al sistema sanitario público en esa urbe y en general en Estados Unidos.
Tras el coloquio, Rosa Alarcón, presidenta de TMB, se encargó de la clausura. Tras el coloquio, Rosa Alarcón, presidenta de TMB, se encargó de la clausura. Insistió en lo importante que es poner en valor el transporte público como motor de riqueza, no sólo porque genera negocio y crea trabajos directos e indirectos, sino también porque fomenta la innovación y la equidad social. En línea con las palabras de Miguel Ruiz, señaló la “necesidad urgente de sacar la financiación del transporte colectivo del debate político” para que los operadores tengan un marco estable y puedan planificar con sentido a medio y largo plazo.