Este convenio se traducirá en una serie de actividades conjuntas de colaboración, formación y desarrollo de proyectos destinados a las personas mayores con el fin de acercar el transporte público de superficie a este colectivo.
Todos los autobuses de la EMT de Madrid tienen piso bajo, suelos antideslizantes y anti-reflejos. A ello se suman las rampas de acceso a los vehículos, las barras y asideros fácilmente identificables para ofrecer una mayor seguridad a estos viajeros y los asientos reservados sólo para ellos, entre otros elementos. A lo largo del año 2008, la EMT ha contabilizado 91 millones de viajes realizados con títulos de Tercera Edad a bordo de los autobuses públicos, lo que supone que uno de cada cinco viajeros tenía más de 65 años de edad.
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