Las conclusiones del informe indican que, para algunos ciudadanos, en determinados territorios y horarios, el autobús es la única alternativa de transporte público, pero además es la opción preferente de transporte para muchos trayectos y situaciones. La reducción del tiempo total del viaje, el aumento de la accesibilidad, la mejora de la fiabilidad de los horarios y frecuencias de paso y facilitar la comprensión de la red y la información sobre el servicio constituyen los principales retos identificados.
Según el estudio sería necesario avanzar en la consolidación del modelo de funcionamiento especializado de las líneas y mejorando la información y la intermodalidad. Es importante también crear más carril bus, dar prioridad al paso del autobús, implementar nuevas tecnologías a la explotación de las líneas, configurar redes de alta movilidad, crear nuevos servicios para establecer conexiones transversales y radiales, mejorar la información al usuario y la integración tarifaria para transbordos bus-bus, así como continuar con la política de intercambiadores y relocalización de las parada para facilitar los transbordos.
Finalmente sería preciso profundizar en los mecanismos de coordinación para garantizar la funcionalidad del servicio y la adaptación de la red a las nuevas necesidades.
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