Desde el Ayuntamiento de Madrid, Paz Valiente hablaba en la presentación de dicho documento del nuevo plan del consistorio para mejorar la calidad del aire en el que “se quiere involucrar a todos los agentes sociales e incorporar sus propuestas. Ahora estamos aplicando el protocolo existente para los picos de contaminación pero el objetivo es eliminar esos picos para que todos los ciudadanos puedan llevar su vida y negocios sin sobresaltos”. Entre otras medidas, el Ayuntamiento generará una red de 15 puntos de recarga limpia para impulsar la introducción de energías alternativas en el parque de vehículos.
Manuel Lage, Secretario General de GASNAM, presentó el documento de la asociación titulado “El gas natural garantiza la calidad del aire”. Afirmaba que los niveles de contaminación del gas son casi cero y por tanto, los Ayuntamientos deberían considerar que sus flotas municipales fueran de gas o hibridadas con gas.
Como ejemplo del potencial del gas, Lage recordaba que la de Valdemingómez es la mayor planta del mundo de reciclaje de residuos sólidos urbanos en biometano. Podría abastecer a toda la flota de camiones de basuras de la ciudad y se completaría un ciclo perfecto de contaminación cero. También se refirió a la necesidad de que en los intercambiadores de transporte urbano puedan entrar los autobuses de gas.
José Ramón Freire, Presidente de GASNAM, afirmaba que “el hidrógeno es la energía del futuro, pero el gas es presente y además puede hibridarse con el hidrógeno hasta que llegue la pila de hidrógeno”. Añadía que los cortes de tráfico al centro de las ciudades para los vehículos contaminantes podrían zanjarse de una manera más fácil y económica que achatarrar los viejos vehículos y comprar nuevos, tan solo hibridándolos con gas.
En cuanto a otros modos como el ferroviario o el marítimo, en la presentación se recordaba que el gas ya está propulsando barcos y puede mover las locomotoras de los trenes, que por cierto, funcionan en un 40% de los casos con diésel y cada una de estas locomotoras contamina como 150 autobuses diésel. “Sin embargo, pueden entrar en las ciudades sin impedimento” afirmaba Lage.
De los 15 barcos en construcción actualmente en los astilleros españoles, 7 tendrán propulsados por gas. El avión, que también entra en las ciudades, es su talón de Aquiles, pero desde GASNAM se denuncia que, por ejemplo, en Barajas circulan 2.000 vehículos diésel sin ningún requerimiento de emisiones y que son tan perjudiciales como si emitiesen en las carreteras de la ciudad.