La Sangre de Colón sale a la venta el día 3 de junio. Es un thriller que discurre entre el misterio del origen de Colón, "la sangre que circulaba por sus venas", y las consecuencias del descubrimiento, "la sangre derramada", una crítica feroz a la realidad de América quinientos años después de la conquista.
El hombre que cambió el mundo conocido es también el personaje histórico más desconocido. Un misterioso juego de luces y sombras que da mucho juego al autor para entregarnos esta novela de intriga, plagada de enigmas reales.
Esta obra se vale de un hecho incuestionable: Colón jamás se dejó retratar. El rostro del hombre que transformó la humanidad se perdió para siempre, todos los cuadros que existen se pintaron muchos años después de su muerte, y por pintores que no le conocieron en vida.
Hasta ahora.
Un libro que atrapa
El protagonista de este relato, Álvaro Deza, un investigador de la historia colombina, encuentra un retrato original de Colón y tras ser invitado a presentarlo en Nueva York, explota la estatua del almirante en Columbus Circle. Álvaro se verá envuelto en una espiral de acontecimientos que le superan, al ser acusado y perseguido por las explosiones, en una carrera desesperada por recuperar su honor y salvar su vida.
El autor conoce bien la realidad de América Latina, es profesor en varias Universidades, y visita el continente con asiduidad. Su pasión por los temas colombinos le viene de lejos, ya que ha investigado los enigmas del almirante durante décadas. Fue precisamente en una de sus estancias en la Universidad más antigua de América, la Autónoma de Santo Domingo, República Dominicana, donde conectó con el misterio de los restos de Colón, la disputa entre España y ese país. La Tumba de Colón fue la primera novela de este escritor. Ese libro se convirtió rápidamente en un best seller traducido a veinte idiomas y más de doscientos mil ejemplares vendidos. Ahora, con esta nueva novela independiente de la anterior, el autor vuelve a sorprender.
Pero lejos de pretender explicarnos la compleja realidad hispanoamericana, el autor ha querido hacer un libro que atrape, que emocione, que apetezca tener entre las manos. El lector necesitará conocer el desenlace de la trama. Ha huido de dar lecciones, no le interesa dar lecciones a sus lectores. Este no es un libro de historia. Pretende emocionar, enganchar y, sobre todo, que su obra deje un buen recuerdo en todas aquellas personas que lo leen. Si además reflexionan sobre la realidad de nuestro país, de Latinoamérica, de estos quinientos años, entonces el autor manifiesta que habrá conseguido su doble objetivo.
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