FANDABUS opina que el Consorcio ‘al incumplir las responsabilidades que sus estatutos le encomiendan, como es el coordinar los transportes interurbanos, así como ordenar las actuaciones interadministrativas, en aras de un transporte metropolitano eficaz, hace dejación de esta obligación y se inhibe ante Tussam’. Asimismo, apuntó que esto causa ‘graves daños y perjuicios a un operador interurbano como Casal en los tráficos de la línea interurbana Sevilla-Universidad Pablo de Olavide-Montequinto’ y que para los operadores privados la entidad provincial ‘no puede servir de cómplice de un operador concreto, por muy público y municipal que sea’. Por último, agregó que ‘si en la primera actuación de coordinación que se le presenta al Consorcio, éste cede a las presiones políticas de un Ayuntamiento, con complicidad de la Junta, creemos que no es necesario su funcionamiento, ya que para pintar vehículos y compensar tarifas no es necesario un organismo de estas características’.
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