Con sede en Madrid, la docta institución fue oficialmente reconocida por Carlos III –cuyo retrato preside su suntuoso Salón de Actos- mediante Real Cédula de 20 Febrero 1763, siendo su Presidente D. José Moñino, futuro Conde de Floridablanca y Secretario de Estado –lo que hoy llamaríamos Primer Ministro- del ilustrado Rey, y desde entonces no ha dejado de ser valorada como organismo de estudio y colaborador de nuestro ordenamiento jurídico, al más alto nivel. Los vigentes Estatutos fueron aprobados por Real Decreto 1058/2005, de 8 Septiembre (BOE del 27).
Mediante el trabajo de sus Secciones –de Derecho Mercantil, Administrativo, de la Unión Europea y otras-, y con una completísima Biblioteca, esta Real Academia tiene como fines la investigación en el Derecho y su aplicación jurisprudencial, debiendo, además, contribuir a la reforma y al progreso de la legislación española, en cualquiera de sus ámbitos, incluido el transporte, por lo que la aportación del Dr. Sánchez-Gamborino, dedicado a esta especialidad desde hace cuarenta años –como continuador de su padre, D. Francisco Miguel, también colaborador de nuestra Revista-, puede ser valiosa para nuestro sector.