En este foro se analizó la transformación que la pandemia está introduciendo en la movilidad urbana, principalmente. Desde los avances en el desarrollo del coche autónomo, a la desinversión en car sharing o la puesta en duda de la seguridad sanitaria del transporte público.
En este sentido, Carabante defendió la seguridad del transporte colectivo y afirmaba que desde que comenzó la pandemia, los autobuses de Madrid han ajustado su oferta a las necesidades sanitarias y no a la demanda real. También destacaba la necesidad de mejorar la velocidad comercial de los autobuses en las ciudades, porque esto supone más capacidad y posibilidad de mejorar la distancia de seguridad.
De hecho, el transporte público es uno de los cuatro pilares básicos de la movilidad, según el Delegado, junto con la electromovilidad, la optimización del sistema y la integración modal. En cuanto a la optimización indicaba que es necesario momentar la mayor ocupación posible de los vehículos privados. No se trata de eliminar los coches, sino de usarlos de la manera más eficiente. Por otro lado señalaba que si antes se hablaba de intermodalidad, ahora es necesario hablar de integración de todos los modos.
Esta idea se basa en la necesidad de aunar no sólo los modos sino su pago por uso, un concepto que toma cada vez más importancia en un mundo en el que ya no es tan importante tener vehículo en propiedad, como demuestra el auge de los renting, por ejemplo.
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TOYOTA, SEAT e IBERDROLA participaron también en este encuentro online.
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