La siniestralidad en autobuses y autocares descendió un 19% entre 1993 y 2004

El Director del Instituto Universitario de Investigación del Automóvil (INSIA), Francisco Aparicio Izquierdo, expuso como preámbulo a la Asamblea de Fenebús, celebrada el 27 de junio, los datos relativos a la seguridad de los autobuses y autocares en España recientemente cuestionada en diversos informes de organismos relacionados con la automoción y la vigilancia de la circulación.

Como introducción a su ponencia, José Luis Pertierra, Secretario General de Fenebús manifestó que el transporte en autobús y autocar es estadísticamente más seguro que en vehículo privado. A pesar de todo, y siendo conscientes de que siempre puede existir el fallo humano, “los empresarios-dijo-jamás van a escatimar en medidas que redunden en la mejora del servicio y la mejor promoción de la calidad es la seguridad”. El profesor Francisco Aparicio Izquierdo contrastó los datos de accidentalidad antes y después de las modificaciones estructurales exigidas tras la entrada en vigor del Reglamento 66 sobre vuelco en 1993. La diferencia en estos 11 años es del 19%.menos de muertos en carretera. Si bien ha bajado el número de fallecidos entre los ocupantes de autobuses y autocares en accidente de tráfico, también se ha elevado el número de lesiones muy graves (paraplejías) tras el siniestro. Se podría decir que por cada ocupante de transporte de viajeros fallecido encontramos tres ocupantes de vehículo privado muerto. En la comparativa entre accidente de autobuses y autocares, se dan más siniestros en el caso de los urbanos, pero la gravedad y mortalidad son más altas en el caso de accidentes interurbanos. La relación es de 1 a 8,8. También destacó la importancia del estado de las carreteras, puesto que es en las carreteras convencionales donde se registran la mayoría de las víctimas mortales o heridos graves. Por otro lado, debido al refuerzo de las estructuras, ahora se da más mortalidad en las víctimas de choque frontales que en el vuelco de autobuses y autocares. Ahora, la ley obligará a la incorporación del cinturón de seguridad en los asientos, que entra en vigor en octubre de 2006 para nuevas homologaciones y para las nuevas matriculaciones en 2007. Aparicio hacía hincapié en la variación de pesos y energía que tiene que absorber la estructura al introducir los nuevos sistemas de retención de pasajeros. Por ello, el INSIA ya colabora con 5 carroceros españoles, para evitar que en caso de grave accidente, el resultado de accidente sea peor al ir el pasajero sujeto, que si no lo fuese. Aún así, en caso de accidentes de tipo medio, “siempre” recomienda el uso del cinturón (se ha optado por el de dos puntos). Las estructuras de las butacas también deberá modificarse para que absorba la energía del cuerpo que porta así como el del pasajero del asiento de atrás, que podría no haberse abrochado el cinturón y aplastaría al ocupante de delante. Asimismo, recordaba que para evitar los cortes con el vidrio, se está desarrollando junto con la empresa Delphi, una lona lateral a modo de airbag y que sería necesario añadir a la estructura del vehículo la misma barra antiempotramiento con la que cuentan los camiones para que en caso de choque frontal con un turismo, éste no llegue a entrar hasta el puesto de conducción (esencial para salvar la vida del chofer, que a su vez es el responsable de la vida del resto de ocupantes).

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