El biometano es un biogás que, aunque emite CO2 a la atmósfera, necesita CO2 para su producción, por lo que se considera neutro. A pesar de ello, no se contempla dentro de los planes de descarbonización ni las ayudas de la UE, que solo apuesta abiertamente por las propulsiones eléctricas con baterías o con hidrógeno.
Los defensores del biogás, argumentan que sería muy beneficioso para la economía de España, donde tenemos un gran potencial de producción de biometano: 163 TWh/año. Esto equivale al 45% de la demanda total de gas natural de nuestro país. Esto significa que podría abastecer las necesidades del transporte de viajeros sin problema.
Además, el biometano se puede inyectar directamente en la red de gas actual, que es muy amplia. En Europa, 4.170 estaciones servicios sirven GNC y 658 suministran GNL.
Desde el pasado 28 de marzo, ya se puede expedir garantía de origen del biogás. El Registro de Garantía de Origen es un mecanismo que permite garantizar el origen renovable del gas y que impulsará el desarrollo de esta energía en el transporte. Según la secretaria general, Eugenia Sillero, “se trata de un hito que servirá para impulsar la penetración de los gases renovables en el transporte y que el parque de más de 32.000 vehículos, mayoritariamente pesados, que ya circulan por nuestro país se convierta en vehículos neutros en carbono”.
BIOGÁS a partir de aguas residuales. Mancomunidad de la Comarca de Pamplona
La pionera española en el uso de biometano para el transporte pesado fue la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona (MCP), que hace siete años puso en marcha un proyecto piloto con el fin de depurar el biogás procedente de la depuradora de aguas de Arazuri para convertirlo en biometano y emplearlo en tres autobuses de la flota de la Mancomunidad y dos camiones de recogida de residuos. Tras esta prueba, actualmente cuenta con 13 autobuses de biometano y apuesta tanto por este gas renovable que de aquí al año 2035, para tener una flota neutra en carbono, quiere que más del 60% de ésta funcione con biometano producido en sus instalaciones. Su flota consta de 165 autobuses. Habrá 101 autobuses de biometano y 64 eléctricos.
Para su director de Cambio Climático y Proyectos Estratégicos de la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona, Álvaro Miranda, “el biometano es una energía 100% nacional, con alto potencial, económica, sostenible y neutra en carbono que debería pasar a ser prioritaria en el transporte pesado”, y ha afirmado que la propuesta de la Comisión Europea, del 14 de febrero de 2023, para que los nuevos autobuses que se vendan a partir de 2030 sean solo eléctricos o de hidrógeno “es inabordable económica y técnicamente”.
Biometano a partir de purines. Consorcio de Transportes del Área de Zaragoza
El Consorcio de Transportes del Área de Zaragoza (CATZ), puso en marcha en 2022 su primera prueba con biometano con la circulación de un autobús que unía Villamayor de Gállego con Zaragoza. A diferencia de Pamplona, las distancias en este consorcio son mucho mayores, con núcleos a casi 50 Km de la capital de la provincia. El resultado ha sido satisfactorio, no sólo por el comportamiento de los autobuses sino porque esta economía circular ha supuesto también una solución para los purines de los cerdos.
Ha apostado por dos autobuses de biometano para la línea más usada de la zona, que conecta Zaragoza con Cuarte de Huerva, que recorre una media de casi 400 kilómetros en un día laborable.
Para el director gerente del CATZ, Juan Ortiz, la apuesta por esta tecnología es total: “el biometano es una opción de presente y una tecnología disponible y madura para conseguir un transporte público metropolitano cero emisiones, ya que aporta autonomías viables para esta tipología de servicios. Con la reciente puesta en marcha del sistema español de garantías de origen se ha superado el principal reto para su escalabilidad., lo que, a medio plazo, impulsará la producción de biometano y normalizará su precio”.
CATZ ha otorgado al biometano la máxima puntuación en la próxima licitación de nuevos autobuses municipales que salen a concurso. Más del 50% de la flota será de biometano y el resto será eléctrica de aquí a 2024.
Biometano a partir de residuos urbanos. EMT de Madrid
La EMT de Madrid ya no tiene autobuses diesel en su flota desde 2022. De sus 2.100 unidades, 10 son de hidrógeno, 17 híbridos, 329 eléctricos y 1.744 GNC. Y es que, el operador ha sido siempre un líder europeo en la propulsión con gas. Ahora, con el biometano generado a partir de los residuos orgánicos del Parque Tecnológico de Valdemingómez mueve los 20 autobuses de su línea circular C1, que recorre 1 millón de kilómetros y transporta 4,43 millones de viajeros al año.
El director Financiero y de Estrategia de EMT Madrid, Alberto Alonso, ha afirmado que esta historia de éxito de colaboración público-privada refleja el espíritu del plan estratégico de la compañía, que aboga por la descarbonización y la adopción de un modelo energéticamente sostenible para seguir ofreciendo un transporte eficiente y de calidad. “Estamos dispuestos a comprar más biometano e, incluso, a explorar nuevas fuentes de generación”, ha destacado.
