En lo que se refiere a emisión de micropartículas, VDL ha logrado con su modelo Ambassador una reducción del 90% con respecto a la norma EEV. También el nivel de ruido se ha rebajado en 2 decibelios. La emisión de NOx se sitúa en un 20% por debajo de la norma EEV, lo que viene a ser un 60% por debajo de la actual norma Euro 4. La emisión de NMHC en este autobús es incluso imperceptible y los niveles de CO se encuentran 28 veces por debajo de la actual norma Euro 4, y es 21 veces por debajo de la norma EEV. Una ventaja importante con respecto a los autobuses de gas natural es que no se requiere ninguna infraestructura nueva para el repostado, ya que se puede utilizar gasóleo normal, eventualmente con la adición de un 5% de biodiésel. Además, el peso de este autobús EEV es igual que el de los autobuses actuales, ya que no es necesario montar depósitos de gas en el vehículo. Esto significa que no se pierde capacidad de carga útil y, por consiguiente, tampoco del número de plazas para pasajeros. Los gastos de mantenimiento son prácticamente iguales a los del autobús diésel normal. El filtro sólo tiene que lavarse 2 ó 3 veces durante toda la vida útil del vehículo, utilizando un inyector de agua a alta presión.
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