Según Rita Barberá, alcaldesa de la ciudad, es “un reconocimiento de su modernidad, comodidad, seguridad, accesibilidad, regularidad y puntualidad”. Para alcanzar este hito de calidad “se han puesto en marcha más de 80 actuaciones de mejora de la calidad del servicio de autobuses, se han creado y adaptado nuevas paradas, se han adquirido autobuses con plataforma baja y sistema de arrodillamiento, y se ha procedido a señalizar asientos reservados”.
Con todas las innovaciones introducidas se ha logrado una mejora de un 5% en la velocidad comercial de todos los autobuses, lo que equivale a devolverle minutos al usuario, al tiempo que se genera un ahorro económico cercano a los 6 millones de euros y una disminución en la emisión de CO2 a la atmósfera.
En este sentido, Rita Barberá ha anunciado que “la flota de autobuses va a pasar de utilizar el ‘Biodiésel B10’ a usar el ‘Biodiésel B20’, un hecho que reducirá todavía más los daños al medio ambiente, puesto que dejarán de emitirse a la atmósfera 2.300 toneladas de CO2”.