Manuel Gutiérrez Zambruno, como presidente de la Asociación Andaluza de Empresarios del Transporte de Viajeros en Autobús, Atedibus, y vicepresidente de la Federación Independiente de Transportistas de Andalucía, Fedintra, acompañado por varios miembros de la Federación, ha mantenido un encuentro con la Confederación andaluza de asociaciones de padres y madres del alumnado por la educación pública
(CODAPA), representada por su presidenta, Estela Gil, y su vicepresidenta Yolanda Atencia.
El encuentro se ha llevado a cabo en un tono de colaboración y respeto mutuo, en el que cada una de las partes ha mostrado sus principales necesidades para lograr un objetivo común, afianzar la seguridad en el transporte escolar de los niños y niñas andaluces.
En primer lugar, son muchas las reivindicaciones que se han realizado desde las empresas para que los concursos públicos no se basen casi exclusivamente en criterios economicistas, y sin valorar las apuestas de las empresas por el empleo y la renovación de flota. Desde Atedibus y Fedintra, se ha trasmitido a CODAPA que se han planteado muchas solicitudes a la Administración reclamando un serio control de bajas temerarias, una modificación del sistema tarifario de los contratos, donde quede claro el precio de cada ruta, así como primar la calidad y la seguridad en el transporte escolar frente a criterios económicos.
Ambas entidades, transportistas y AMPAS, están de acuerdo en que la Administración debe apoyar a las pymes andaluzas y favorecer algún criterio de localización, que mejore el servicio en caso de emergencia. Así como defender el empleo estable y de calidad en Andalucía, para lo que los transportistas solicitan establecer un coste mínimo de servicio de una jornada mínima del 50% por trabajador, y apostar por un planteamiento laboral de trabajadores indefinidos, lo que favorece la calidad del servicio por la experiencia de los propios conductores y conductoras.
También en materia de empleo, empresas transportistas y padres y madres denuncian la falta de monitores escolares en las rutas de secundaria, cuyos puestos de trabajo se han visto reducidos en los últimos cursos y, a los que hay, se les imputa tareas de inspección, sin cualificación y en perjuicio de sus competencias en seguridad de los menores.