ACEA denuncia la desigualdad del trato para el discrecional en Cataluña

La asociación catalana de empresas de autocares ACEA denuncia que en Cataluña se impide circular entre comarcas a los vehículos de transporte público discrecional de viajeros.

“No es poca la ambigüedad con la que se ha venido tratando la actividad del transporte discrecional de viajeros, como consecuencia de las continuas restricciones a la movilidad que las diferentes Comunidades Autónomas o el propio Gobierno Central han venido diseñando, en base a la necesidad de contener la propagación del virus COVID-19. Y como consecuencia de ello, el pasado domingo en Cataluña, se dio la lamentable situación, que viene de nuevo a obstaculizar la muy leve y frágil recuperación de cierta actividad en el sector, que la relajación de las medidas dictadas por el PROCICAT, han permitido que se dieran.

Un autocar con 59 pasajeros a bordo (en Cataluña desde el verano del 2020 está permitido el 100% de la ocupación de los autocares y demás medios de transporte público de viajeros), fue parado por el cuerpo de seguridad autonómico de los Mossos d’Esquadra y propuestos para sanción los 59 pasajeros del vehículo, adicionalmente se le obligó a dar la vuelta con destino a su punto de origen, sin permitírsele al vehículo finalizar el trayecto para el que fue contratado.

En la última resolución SLT/716/2021, de 12 de marzo, a día de hoy en vigor, dictada por la Generalitat de Catalunya, con objeto de definir las nuevas restricciones que se mantendrían en vigor hasta el próximo 28 de marzo, se permitía, como relajación de las medidas, que “[…]las personas que integran la burbuja de convivencia se desplacen a una comarca diferente de la que residen habitualmente, siempre que se mantenga la integridad de la citada burbuja y se cumplan las medidas relativas a reuniones y encuentros familiares y de carácter social de acuerdo con el apartado 8 […]. En ninguno de los apartados de la citada resolución se explicita que no se pueda utilizar el transporte público para transitar con la burbuja de convivencia entre las diferentes comarcas. De hecho, en la resolución número 4 del documento oficial, se expresa textualmente “[…]En todo caso, además de las medidas esenciales de distanciamiento, higiene y protección a través de mascarilla, se recomienda que se adopte una estrategia de desplazamientos basada en la burbuja de convivencia […]”

De la lectura de la resolución no se desprende ninguna prohibición para utilizar el transporte público colectivo en cualquiera de sus acepciones: ferrocarriles, trenes de cercanías, autocares de líneas regulares, metro, autobuses urbanos o interurbanos, etc. Y, es necesario resaltar, que estos medios de transporte sí que permiten cambiar de comarca a diferentes burbujas dentro de sus vehículos o habitáculos de pasajeros.

Cuál ha sido la sorpresa de ACEA y del sector del transporte discrecional de viajeros catalán, cuando este fin de semana, y según los medios de comunicación se han encargado ya de publicar como si el autocar fuera sospechoso de algún delito que todavía desconoce el colectivo, un autocar con 59 pasajeros a bordo, es obligado a dar la vuelta de regreso a Barcelona cuando se dirigía a Port del Comte [Lleida].

ACEA sostiene que, “en el ejercicio de responsabilidad como empresarios y a la vez como ciudadanos, entendemos perfectamente que la movilidad es uno de los ejes en torno al cual pivotan las diferentes medidas de contención del virus”, pero manifiestan que “resulta del todo incomprensible que personas de Sant Cugat del Vallès, por ejemplo, puedan coger los Ferrocarriles Catalanes para ir de la comarca del Vallès Occidental a Barcelona –comarca Barcelonès-, superando el perímetro comarcal y compartiendo vagón con diferentes grupos burbuja. O que una persona de Barcelona pueda coger un autobús de línea regular e ir a Tarragona o a la Costa Brava compartiendo el habitáculo del autobús con diferentes grupos burbuja sin ningún tipo de limitación, problema o sospecha de estar contribuyendo a la propagación del virus. Pero, por contra, un autobús dedicado al transporte público discrecional (mismo número de asientos, exacto habitáculo de viajeros, idénticas características en materia de renovación de aire -las mejores, por cierto, de todos los medios de transporte colectivo- que el autobús que va de Barcelona a Tarragona o la Costa Brava), no pueda, sin embargo, transportar diferentes grupos burbuja con las mismas garantías que el resto de medios de transporte o que otro autobús/autocar de idénticas características”.

ACEA, solicitó ayer lunes por la mañana, a las diferentes Consejerías de la Generalitat de Catalunya implicadas, la urgencia necesaria para que desde la Generalitat y el PROCICAT se aclaren, con carácter urgente, los términos y el alcance de las restricciones.

Por una parte, “no se puede criminalizar a una empresa por hacer su trabajo y por otra, si se regula debiera hacerse con responsabilidad, rigor y, lo que es más importante, con criterio equitativo y coherencia, con el objetivo principal de no confundir a la ciudadanía”.

“No está -dicen miembros de ACEA- dentro de los planes de ninguno de los pequeños y medianos empresarios del sector, que lo único que quieren es trabajar ofreciendo las máximas garantías de seguridad, saltarse la ley”. Pero es necesario que se regule con equidad y que se escuche a un medio de transporte, y al colectivo del transporte discrecional en particular. Y que se reconozca, tras un año de pandemia y una incidencia de casos en autocares tendente a cero, que un autocar de servicio discrecional asegura la trazabilidad de los contagios, pues es obligación del responsable del grupo registrar los nombres y datos de contacto de todos los viajeros y archivarlos correctamente, incluso se puede determinar el asiento/butaca que cada persona ha ocupado durante el trayecto, con la inestimable ayuda que esa práctica supone a la hora de establecer criterios de rastreo y seguimiento, en caso de un posible positivo.

Desde ACEA se solicita, una vez más, a las administraciones que se escuche, se integre e implique en la re-definición de las medidas de restricción de la movilidad al sector del transporte discrecional de viajeros, como pieza clave en el retorno a una normalidad con las garantías necesarias, para conseguir hacer de la nueva normalidad una situación duradera en el tiempo.

El colectivo de PYMES catalanas dedicadas al transporte discrecional de viajeros, constituye un medio de transporte seguro, que ofrece un transporte colectivo de calidad, de puerta a puerta, con la posibilidad de acotar los usuarios, y que ha puesto todo de su parte para convertirse en el medio de transporte público colectivo más seguro: protocolos de desinfección, inversión en maquinaria específica de desinfección, gel hidroalcohólico en todos los vehículos, obligación de llevar la mascarilla durante todo/s el/los trayectos, toma de temperatura con termómetros por infrarrojos, renovación del aire del habitáculo cada 3 minutos -más que un tren o un avión-, sistemas de filtrado del aire de última generación capaces de filtrar partículas mucho más pequeñas que las “gotículas” que pudieran contener el virus.

El período de Semana Santa se dibujaba como una posible recuperación de la actividad, que ha quedado de nuevo truncada para las empresas catalanas de transporte discrecional, sino se corrige de forma urgente por parte de las administraciones competentes.”
 

Comunicado firmado por la presidenta de ACEA, Carolina Sánchez

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