Dentro del ámbito urbano, establecerá una jerarquía de medios de movilidad, fomentará la movilidad activa y las políticas inclusivas para personas con diversidad funcional e incluirá la perspectiva de género y de no discriminación. Además, creará un Plan Nacional de impulso a la bicicleta, que culminará la estrategia que ya ha puesto a rodar el Ministerio en sus Presupuestos de este año.
La ministra ha afirmado que se deben diseñar ciudades donde asumamos que las calles no son espacios reservados a los automóviles sino lugares de encuentro de las personas que las habitan.
Así mismo, ha añadido que la transformación de nuestra economía y la transición ecológica que ya estamos transitando generará múltiples oportunidades en sectores como el de la movilidad, la distribución, la construcción y rehabilitación de edificios o el turismo y el ocio, sectores que más relación guardan con nuestras ciudades.
Ha hecho hincapié en que es más necesario que nunca repensar nuestras ciudades y que dicha reformulación pasa esencialmente por la rehabilitación y por una movilidad sostenible, dos objetivos prioritarios para el Ministerio.
Movilidad sostenible, segura y conectada
La ministra ha hecho alusión al Plan de choque de movilidad sostenible segura y conectada en entornos urbanos y metropolitanos al que se destinarán más de 6.500 millones de euros de los fondos europeos. Su objetivo es impulsar la descarbonización de la movilidad urbana y, como resultado, mejorar la calidad del aire y la propia calidad de vida en las ciudades.
Dichas inversiones han de permitir un sistema de transporte público sostenible, con flotas de vehículos de cero o bajas emisiones, en un entorno digital de gestión del tráfico y la movilidad, y han de impulsar la infraestructura de recarga que precisan los vehículos eléctricos.
Cambio modal
Según ha expresado la ministra, estos más de 6.500 millones a los que se ha referido deben servir además para crear zonas de bajas emisiones, fomentar la movilidad activa y promover un cambio modal hacia el ferrocarril en el transporte urbano y metropolitano.
Raquel Sánchez ha afirmado que, en el caso del transporte interurbano, este trasvase entre el avión y el tren ya se ha producido y ha señalado que el pasado mes de agosto la línea de alta velocidad entre Barcelona y Madrid recuperó y superó el número de usuarios previo a la pandemia.
