Sin embargo, no hay que olvidar que la mayor parte de los vehículos del parque automovilístico no pueden admitir, con carácter general, mezclas con más de un 5% de biocarburantes, aunque la intención es diseñar vehículos que permitan elevar ese porcentaje de etanol o biodiesel a mezclar con los combustibles tradicionales. Hay también otros importantes desarrollos específicos para mayores porcentajes: los denominados vehículos flexibles, que han incrementado su participación en el mercado. Desde Anfac se señalaba que es importante que se concrete un etiquetado específico: porcentaje de biocomponentes, productor, etc., que exista un estricto control de calidad en la producción, distribución y puesta a disposición en Estaciones de Servicio de Biocarburantes. Además, indicaba que sería muy conveniente también definir un etiquetado que permita conocer el balance energético / emisiones de CO2 global. Por último, se destacó la necesidad de contar con una Certificación de Sostenibilidad de los biocarburantes que defina un sistema homogéneo en la UE, para determinar las contribuciones a las reducciones de CO2 exigidas a los fabricantes.
Los fabricantes de automóviles reclaman calidad, normalización y sostenibilidad
Los fabricantes de vehículos automóviles apoyan decididamente el desarrollo de energías renovables para conseguir reducir las emisiones de CO2 y la dependencia energética del petróleo. Prueba de esta actitud es el progresivo desarrollo de motores que admiten mezclas de combustible tradicionales con cada vez mayor porcentaje de biocarburantes.
