Los sistemas de información al viajero han evolucionado rápidamente, tanto en el interior de los vehículos como en estaciones, paradas etc… Los sistemas SAE facilitan un sin fin de información que ahora, con los nuevos soportes –móvil, postes de información variable, Web…- es posible transmitir en tiempo real. No por ello se debe olvidar la información de cara a cara, también muy valorada ante incidencias que la tecnología no puede predecir.
Especial interés suscitan todas aquellas tecnologías que aportan información adaptada a personas de movilidad reducida: sintetizadores de voz dentro y fuera de los vehículos, marcadores de texto, braille… y servicios especializados como estaciones adaptadas, personal de asistencia…
La participación en la vida social de la ciudad, a través de la información dada a los turistas, y la oferta de productos específicos para ellos, tiene un coste mínimo, pero puede abrir la puerta a nuevos clientes gracias a una buena difusión de los títulos y publicidad sencilla de la red en nudos neurálgicos de transporte y de la propia ciudad.
Todo ello, debe ponerse en marcha sin olvidar la importancia de la Ley de Protección de datos, que marca los límites y fines de la recopilación de los perfiles de los usuarios, su tratamiento y el tiempo de conservación.