El objetivo de los organizadores del Campeonato Mundial de Ski Alpino, que tuvo lugar entre el 3 y el 15 de febrero de 2009 en Val d’Isère, era garantizar unos juegos sin coches y respetuosos con el medio ambiente. Para cumplir con esta misión, se desarrollo un plan de transporte público para la zona que permitiera una total movilidad y cómodo acceso a todos los lugares del Campeonato
Algunas de las medidas tomadas fueron las zonas de parking especiales fuera del recinto y el uso de vehículos Irisbus Iveco, colaborador técnico del evento. Los seis vehículos que aportó eran: un minibús eléctrico Daily de 19 pasajeros, tres midibuses eléctricos Europolis para 48 plazas, un autobús Citelis que cumplía la norma EEV con capacidad para 99 personas (26 sentadas + 72 en pie + 1 espacio para silla de ruedas), y por último, otro autobús Citelis EEV, en esta ocasión articulado. Su capacidad es de 157 plazas (34 asientos + 122 personas en pie + 1 silla de ruedas).
A estos seis vehículos hay que sumar otros 6 Citelis EEV que, en colaboración con el sistema ferroviario regional, acercaron a los visitantes desde otras poblaciones que se desplazaron sin su coche.