El estudio se refiere a 20 millones de conductores de turismo y 4×4, no ha profesionales de la conducción. Los datos son preocupantes.
El desgaste del neumático está directamente relacionado con la distancia de frenado y el acuaplaning. El límite legal de desgaste es de 1,6 mm. Sólo el 68,6% de los encuestados lo sabe. Aun siendo conocedores de éste límite, el 25,4% no saben cómo ni donde mirarlo, desconocen que el neumático dispone de un testigo que informa del desgaste. Esto se traduce en que cerca de la mitad de los conductores no saben ver el desgaste. Pero lo que es pero, de los conductores que sí saben medirlo, hay 1.800.000 circulando con desgaste excesivo en sus neumáticos, conscientes de ello.
La presión influye en la distancia de frenado pero también en la duración del propio neumático y en el consumo del combustible. El 83,5% cree que lleva bien la presión de sus neumáticos, el 5,8% no sabe que debe mirarla y, lo más alarmante, un 10,7% de los encuestados sabe que lleva mal la presión y sigue circulando así. Del porcentaje que sí revisa la presión, sólo el 26% lo hace mensualmente. La realidad es que 11 millones de coches circulan con la presión errónea en sus neumáticos.
Alrededor de 6 millones de turismos están circulando además con neumáticos defectuosos, esto es, con desgaste irregular, llantas dañadas, la goma agrietada, roturas, bultos o incluso con los cables de la estructura al aire. Uno de los principales motivos graves por los que la ITV rechaza un coche como no favorable es, precisamente, el mal estado de los neumáticos.
