El Plan pretendía ayudar a la renovación de 2.100 autobuses durante los años 2009 y 2010, a través del Instituto Oficial de Crédito con una dotación de 236 millones de euros. El objetivo era estimular la compra de vehículos accesibles y más ecológicos. Sin embargo, hasta el momento tan sólo se han financiado 240 operaciones, que suponen unos 48 millones de euros.
El sector ha pedido que se modifique el sistema previsto para dar de baja a un autobús, de forma que se pueda vender en otros países, y que las subvenciones sean directas como en el caso de las ayudas a la compra de turismos. También solicitan que se incluya en el plan a las firmas financieras de las distintas empresas y que se elimine la obligatoriedad de que el autobús que se compre esté dotado con plataforma para garantizar la accesibilidad a personas discapacitadas.
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