El Director General de Tráfico, Pere Navarro, destacó la necesidad de valorar más el Transporte de Mercancías por Carretera. Aseguró que los ciudadanos no son coherentes cuando se quejan constantemente de tener que compartir las vías con los camiones pero sin embargo exigen tener abastecimiento diario en casa. Entre 2007 y 2009 se redujo un 40% el número de víctimas por accidente de tráfico y en 7 años se han reducido las víctimas mortales a la mitad. La formación es vital para seguir mejorando en esa línea. Afirma Navarro que aunque ese descenso es una buena noticia, una sola víctima es motivo suficiente para preocuparse y seguir esforzándose. Los camiones y los autobuses solo están implicados (aunque no hayan sido los causantes del siniestro) en el 10% de los accidentes.
Según explicó Anuncia Ocampo (Observatorio Nacional de Seguridad Vial de la DGT), los motivos principales que provocan accidentes en el sector de conductores profesionales varían según el tipo de vehículo. Para los camiones de más de 3.500 Kg, el exceso de velocidad supone el 15% de los casos y la distracción un 12%. Este dato cambia para vehículos articulados de mercancías, donde la velocidad influye un 16% pero las distracciones suben a un 22%. En el caso del autobús la principal causa de accidente es la distracción, que supone el 12% de los casos frente a sólo 5% por exceso de velocidad.
Francisco Sánchez, Jefe de Unidad de Evaluación, Ordenación y Acreditación de la Formación de la Fundación Tripartita para la Formación en el Empleo destacó la labor realizada desde los centros de formación, las asociaciones de transporte y las propias marcas para mejorar la seguridad vial en el sector del transporte de mercancías y viajeros.
Juan Larrazabal (Responsable de Proyectos de Transportes del Instituto para la Diversificación y el Ahorro de Energía, IDAE) señaló que el transporte por carretera supone el 80% del consumo energético del transporte total y la mitad corresponde al vehículo privado. Es decir, el 40% de la energía consumida para transporte lo consume el sector profesional de la carretera. En el caso del transporte de viajeros por carretera, solo participa de un 3,2% de ese 40%. Se refirió a la urgente necesidad de fomentar el transporte público pero también de que éste cuente con vehículos más ecológicos, que incorpore nuevas tecnologías para reducir consumos y ser más eficiente y que los conductores sean formados para conducir ahorrando combustible. En eso el CAP será una gran ayuda.
En cuanto a los retos de la formación la CNAE, que lleva 50 años formando conductores con centros en toda la geografía nacional incluidos los núcleos de baja densidad de población, Alfredo Campa destaca conseguir un cambio de mentalidad en el que se vea la formación como una inversión y no como un gasto.
Emilio Sidera, Subdirector General de Ordenación y Normativa de la Dirección General de Transporte Terrestre del Ministerio de Fomento, habló sobre el gran reto de la profesionalización del sector. En ello juega un papel decisivo la formación, porque las empresas ya no son solo herramientas para transportar cosas y personas de un punto a otro. Las relaciones comerciales se han complicado y globalizado. Por ello es preciso contar con personas especializadas y formadas en transporte.
Jesús Zarzuela, Gerente de la Fundación Transporte y Formación, hizo referencia al Reglamento 1071/2009 que supone importantes modificaciones para la capacitación de los gestores de las empresas de transporte. La propuesta de la Fundación es que se pida formación previa al examen de capacitación, y que queden exentos de esa formación inicial únicamente aquellas personas que hayan estudiado FP de grado Superior o la nueva carrera universitaria de gestión de transporte. Esta decisión se debe a que tras ver el perfil de quienes realizan los exámenes para poder dirigir una empresa de transporte encuentran que el 47% solo tiene los estudios obligatorios y el 7,5% ni siquiera eso.
Cerró la jornada Manel Villalante, Director General de Transporte Terrestre del Ministerio de Fomento, fue rotundo al afirmar que la formación es necesaria para mejorar la eficiencia de las empresas, la seguridad y la competitividad que requiere el transporte para mejorar la economía de España.